Con
respecto a las definiciones de ?alien? y ?extraterrestre?, es necesario
denotar que existe una diferencia entre sus definiciones.
Extraterrestre, claramente, es una palabra creada para explicar en
términos simples la procedencia de estos seres. En cambio, la palabra
?[alien]? es [latina] y su significado es ?extranjero?, ?extraño?,
?ajeno? o "el/lo otro" (aquí coincide con la otra palabra de origen
latino "[alter]").Aunque en inglés, los estadounidenses utilizan la
palabra alien para referirse a seres extraterrestres, no es el significado original y exclusivo de la palabra, ni siquiera el correcto.
Investigaciones del fenómeno
Actualmente se conceptualiza el fenómeno extraterrestre usando diferentes perspectivas:
- Como un fenómeno del que no se tiene evidencia, pero que se puede manejar de manera rigurosa usando el método científico (astrobiología y «ufología procientífica»).
- Como un hecho que se acepta como real y del que simplemente se debe
acumular evidencia para convencer a todos los no creyentes (ufología
«popular» o «comercial», llamada «ufología acientífica»).
- Como un fenómeno paranormal dentro del ocultismo (teoría menos aceptada por la ciencia ortodoxa y la mayoría de los ufológos, ya que carece de objetividad científica).
Los enfoques de la ufología acientífica son tan variados, como las
opiniones de los que proponen las teorías. Sobra decir que dichos
enfoques no gozan de ninguna aceptación científica, y solamente la
astrobiología y la ufología procientífica se acercan a la noción de
ciencia, sin llegar a ser aceptadas por completo en forma generalizada.
En el contexto de la astrobiología, existen esfuerzos de investigación para intentar demostrar la presencia de vida en el
cosmos, por ejemplo el llamado proyecto
SETI, dedicado a rastrear el espacio con
radiotelescopios, a la espera de captar alguna señal no natural o mensaje proveniente de seres inteligentes.
Según los
escépticos
y, a pesar de que mucha gente afirme supuestamente haberlos conocido o,
incluso, ser uno de ellos, no existe en la actualidad ninguna prueba
fiable que confirme la existencia de
vida extraterrestre.
Se sostiene que la mayoría de las pruebas aportadas son testimonios de
supuestos avistamientos o raptos, o fotografías, que no representan por
sí mismas evidencia irrefutable; con todo, un sector variable de la
población (cambiante en función del país y la cultura) a lo largo del
mundo, cree en la veracidad de las afirmaciones de muchos de los
llamados
testigos.
Actualmente, se asocia la idea de extraterrestre con la del fenómeno
ovni, pero no siempre ha sido así. Y aunque el avistamiento de extraños vehículos y fenómenos aéreos es quizás muy antiguo (véase
foo fighters y
aviones fantasma),
su asociación con los extraterrestres es históricamente muy reciente.
Quizá el caso que llevó a asociar a los ovnis con los extraterrestres
sea el caso de
Kenneth Arnold, que afirmó haber avistado «
platillos voladores» cerca del
Monte Rainier el 24 de junio de
1947, en el
estado de
Washington,
Estados Unidos.
Luego de hacer públicas sus afirmaciones, multitud de personas
informaron haber sido testigo de avistamientos en los Estados Unidos,
fenómeno que no ha cesado hasta el presente, y que se extiende a lo
largo y ancho del planeta.
Cabe notar que, en esa época, ya existía un rico
folclore sobre extraterrestres, producto de la popularidad de obras como
La guerra de los mundos de
H. G. Wells, la adaptación y emisión de esta por la radio a cargo de
Orson Welles, algunas obras de
Julio Verne, pero sobre todo, los «
Pulps», en donde escritores luego célebres, vertían sus ideas sobre la vida en otros planetas, y sobre sus posibles atributos.
En la
ciencia ficción se usa con frecuencia el término
alienígena (deformación del
latín [alien], que significa
otro)
para designar las formas de vida de origen extraterrestre, y son muy
recurrentes como argumento narrativo, pues desde la época de los
Pulps
los extraterrestres pueden servir para producir en el lector maravilla,
asombro, o miedo (en ese entonces, niños, adolescentes, y adultos
jóvenes), al poder imaginárseles atributos imposibles para los seres
humanos. El cine pronto tomó dicha predilección literaria,
transformándola en múltiples sagas de películas, todas las cuales
ejemplifican distintas perspectivas sobre los extraterrestres,
concomitantes con las distintas ideas de los
diferentes autores literarios.
Este uso del término es claramente
antropocéntrico,
ya que rara vez se aplica a los seres humanos nacidos fuera de la
Tierra; aún cuando los humanos invaden algún otro lugar del universo en
la ficción, suelen seguir empleando el término para designar a los
nativos del lugar.
Es notorio el trato que le da la cultura estadounidense a la idea de "extraterrestre", al que en inglés denominan
alien, término que también se aplica a quien viene de afuera (
inmigrantes).
La palabra "alien" es un término legal dentro de las leyes de Estados
Unidos para denotar a no ciudadanos del país. A partir de este concepto
se crearon novelas consideradas políticamente correctas para hablar de
inmigrantes dentro de los
Estados Unidos,
sin hacerlo de forma directa, a través de los extraterrestres. De hecho
es notorio que en algunas obras de autores de dicho país, la cultura
descrita para los extraterrestres es sacada de alguna cultura terrestre
real, o la imagen que los autores y la sociedad estadounidense se hacen
de dicha cultura [6]. Extraterrestres colectivistas donde la
individualidad se sacrifica en pos del grupo, representaban veladamente
al
Comunismo
y su falta de individualismo. Actualmente, extraterrestres con culturas
teocráticas fundamentalistas hacen paralelos con la percibida amenaza
terrorista de los llamados grupos
islámicos.
Varias razones propician que en la cultura popular se le asocie
frecuentemente una representación humanoide a una forma extraterrestre
inteligente, pese a que no haya razón científica para suponerla
probable. Ejemplo de ello es que en el caso de las películas, esta
representación simplifica el proceso de vestuario y maquillaje necesario
para la representación de uno de ellos; además, el diseño basado en
rasgos y expresiones humanas reconocibles favorece la estimulación de
reacciones emocionales en el espectador. En este sentido la reacción
humana tiene similitudes con la que se experimenta ante los
robots en cuyo caso una mayor similitud física con el ser humano genera una mayor empatía, tal como demuestra la teoría del
valle inexplicable.
Es este sentido, a nivel psicológico es más fácil familiarizarse
con un posible extraterrestre con características físicas reconocibles
como brazos y piernas, dos ojos, una nariz y una boca, así también con
aquel que posea un comportamiento reconocible tal como mostrar sus
dientes en casos de enojo o realizar muecas en situaciones de sorpresa, e
igualmente sea más fácil asociarlos inconscientemente como un ser
inteligente, producto de la forma física similar a la nuestra que se les
otorga popularmente. Igualmente destaca que mientras más sean descritos
como seres semejantes a las características y apariencia humana,
igualmente son descritos como seres más pacíficos y de características
angelicales; en cambio, mientras más sean descritos como seres menos
semejantes al ser humano, son además más descritos como seres belicosos,
terroríficos, malignos, etc...