1 – Introducción
Esta conferencia trata de la posibilidad de que el Sistema
Solar pertenezca al territorio de una hipercivilización
extendida por toda nuestra galaxia, o por una región grande de
la misma. Comenzaré introduciendo la Paradoja de Fermi (¿por
qué no vemos alienígenas a nuestro alrededor?) y algunas de
sus soluciones. Luego presentaré la solución que yo he
propuesto, que incluye dos hipótesis que he llamado el
Principio Subantrópico y la Conjetura de Indetectabilidad.
Esta solución establece que, en el momento presente, todas las
galaxias típicas, como la nuestra, están ya colonizadas, bien
en vastas regiones o bien en su totalidad, por civilizaciones
tecnológicas muy avanzadas, y muchas de ellas contienen
subcivilizaciones primitivas como la nuestra. Después de
discutir algunas consecuencias de esta solución para nuestro
planeta y para nuestra civilización, haré algunos comentarios
sobre unas teorías recientes, muy populares en la comunidad
científica de Física de Partículas y Cosmología. Estas
teorías, conocidas como “universos branas”, suponen que
nuestro Universo visible, con tres dimensiones espaciales,
está inmerso en un Cosmos mucho más grande con más
dimensiones espaciales. Por tanto, sería de lo más natural
el que existieran también otros universos situados a lo
largo de las dimensiones espaciales extra. Como resultado,
estas teorías abren enormes posibilidades en cuanto a que el
Sistema Solar pudiera haber sido visitado o colonizado por
civilizaciones alienígenas, reforzando aún más la Paradoja de Fermi.
Finalmente, en el apéndice he incluido algunas preguntas y
respuestas que surgieron durante este Forum.
2 - La Paradoja de Fermi
En el verano de 1950, en Los Álamos, los físicos nucleares
Enrico Fermi, Edward Teller y otros colegas sacaron el tema de
los objetos volantes no identificados (OVNIS), muy popular en
aquella época, mientras conversaban durante una comida. Al
cabo de un rato, cuando ya habían pasado a otro tema, Fermi de
repente preguntó: “Pero, ¿dónde se han metido todos?”
Haciendo rápidos cálculos mentales, Fermi había llegado a la
conclusión de que numerosas civilizaciones alienígenas
deberían de haber estado por aquí, visitando la Tierra, desde
hace muchos miles o millones de años. Por tanto, ¿por qué no
vemos alienígenas a nuestro alrededor? Esta es la Paradoja de
Fermi.
Aunque Fermi nunca explicó cómo hizo sus cálculos, ni dio
ninguna estimación sobre el número de civilizaciones que
deberían haber visitado la Tierra, tuvo que apoyarse en
argumentos como éstos: En nuestra galaxia hay miles de
millones de estrellas mucho más antiguas que el Sol, muchas de
ellas miles de millones de años más antiguas (en la “zona de
habitabilidad” de la galaxia son en promedio mil millones de
años más antiguas [1]). Por consiguiente, en nuestra galaxia
tienen que haber surgido muchas civilizaciones antes que la
nuestra, y una fracción de ellas tiene que haberse expandido a
través de vastas regiones e incluso a través de toda la
galaxia.
Otros argumentos apuntando en la misma dirección incluyen
estimaciones sobre el tiempo de vida de las estrellas de
segunda generación, dentro de las cuales se crean los
elementos químicos de la materia orgánica, y también
estimaciones sobre el tiempo total que necesitaría una
civilización tecnológica para colonizar, o explorar, toda la
galaxia. En lo que respecta a las estrellas de segunda
generación, resulta que se forman sólo dos millones de años
después de las estrellas supermasivas de primera generación
(éstas agotan su combustible explotando como supernovas en un
millón de años solamente y se requiere otro millón de años
para que la materia residual forme nuevas estrellas). Así
pues, la aparición de materia orgánica en nuestra galaxia
podría remontarse a varios miles de millones de años antes de
que el Sol existiera. En cuanto al tiempo total necesario para
que una civilización tecnológica pudiera colonizar, o
explorar, toda la galaxia, cálculos conservadores de modelos
de difusión dan estimaciones de entre 5 y 50 millones de años
[2], que es una escala de tiempo corta a nivel cosmológico1.
Además de estas consideraciones, el hecho de que la vida en la
Tierra apareciera en época muy temprana apoya la tesis,
mantenida por muchos científicos, de que la vida debe de ser
abundante en el Universo.
3 - Soluciones a la Paradoja de Fermi
Muchas soluciones se han propuesto a la Paradoja de Fermi. Yo
las clasifico como expansionistas y no-expansionistas. Las
soluciones no-expansionistas se basan en la suposición de que
las civilizaciones tecnológicas no se expanden más allá de una
pequeña vecindad en la galaxia. Las más populares de estas
soluciones son las siguientes:
Por su parte, las soluciones expansionistas más populares de
la Paradoja de Fermi, basadas en la suposición de que las
civilizaciones tecnológicas sí se expanden, de forma genérica,
a través de grandes regiones de la galaxia, usan uno o más de
los siguientes argumentos:
-
Civilizaciones alienígenas visitan la Tierra en el
presente, por diferentes motivos, y/o han visitado la Tierra
en el pasado. A este respecto es notable el que Francis
Crick, uno de los descubridores de la estructura del ADN,
propusiera a mediados de los años setenta que la vida en la
Tierra pudo haber sido inseminada a propósito por
inteligencias extraterrestres2. Además, algunos
científicos así como innumerables autores de libros
populares, han especulado que algunos OVNIS podrían ser
verdaderas naves extraterrestres mientras que algunos de los
“dioses descendiendo de los cielos”, que abundan en muchas
tradiciones ancestrales, podrían haber sido astronautas
alienígenas (ver por ejemplo [3] [4]).
-
Los extraterrestres avanzados nos ignoran por falta de
interés debido a nuestro bajo nivel primitivo. Por ejemplo,
Robert Jastrow, ex-director del Observatorio Mt. Wilson,
afirma que, en promedio, las civilizaciones avanzadas deben
considerarnos como larvas debido al hecho de que deben de
llevarnos miles de millones de años de adelanto... y ¿quién
estaría interesado en comunicarse con larvas? [6]
-
Ninguna civilización alienígena ha alcanzado todavía la
Tierra porque es extremadamente difícil que emerja vida
inteligente en el Universo. De no ser así, algunas
civilizaciones alienígenas deberían de haber llegado aquí
necesariamente. Como consecuencia, nuestra civilización
podría encontrarse entre las civilizaciones tecnológicas más
evolucionadas de nuestra galaxia, o incluso ser la única.
Además de estas soluciones sencillas hay muchas más propuestas
exóticas. Por ejemplo, una solución expansionista bastante
drástica es la dada por el físico teórico Cumrun Vafa, de la
Universidad de Harvard, que cree que el hecho de que no veamos
alienígenas a nuestro alrededor podría ser la primera prueba
de la existencia de los universos branas: todos los
alienígenas avanzados habrían emigrado a universos paralelos
mejores que éste.
4 - Mi solución a la Paradoja de Fermi
Hace dos años hice una propuesta para resolver la Paradoja de
Fermi que dice así [7]:
En el presente todas las galaxias típicas del Universo están
ya colonizadas (o grandes regiones de las mismas) por
civilizaciones avanzadas. En el vasto territorio de estas
hipercivilizaciones, una pequeña proporción de sus individuos
pertenece a subcivilizaciones primitivas, como la nuestra.
Así pues, yo propongo la posibilidad de que nuestra
pequeña civilización terrestre esté inmersa en una gran
hipercivilización, sin saberlo, y de que esta situación
sea común en todas las galaxias típicas.
Las subcivilizaciones primitivas conocerían o ignorarían su
bajo estatus dependiendo, lo más probable, de los estándares
éticos de las civilizaciones avanzadas en las que estuvieran
inmersas. Si los estándares fueran bajos, los individuos de
las subcivilizaciones primitivas serían maltratados de muchas
maneras, con toda seguridad, y por tanto estos individuos
serían penosamente conscientes de su bajo estatus. Si los
estándares éticos de los individuos avanzados fueran elevados,
en cambio, entonces éstos respetarían la evolución natural
(social, cultural) de las subcivilizaciones primitivas,
tratándolas “ecológicamente” de forma similar a las especies
protegidas. En este caso, que bien podría describir la
situación de la civilización terrestre, la mayoría de los
individuos primitivos sería totalmente inconsciente de la
existencia de la hipercivilización grande.
Ahora siguen algunos comentarios:
-
Los “visitantes alienígenas”, desde el punto de vista de los
individuos primitivos, no lo serían desde el punto de vista
de los individuos de la hipercivilización, ya que éstos
estarían de visita, o trabajando, en su propio territorio.
(Las civilizaciones avanzadas tendrían seguro bases
subterráneas y/o submarinas en sus planetas primitivos por
motivos militares y científicos.)
-
El hecho de que nuestra civilización no haya sido nunca
atacada por alienígenas agresivos, al menos hasta lo que la
historia conoce, podría ser un claro indicio de que nosotros
pertenecemos a una civilización avanzada no agresiva que
protege el planeta Tierra como parte de su territorio.
Si este escenario resultara ser cierto para nuestra
civilización, entonces el Principio
Subantrópico [7] también se cumpliría: Nosotros no somos
típicos entre los observadores inteligentes del Universo. Las
civilizaciones típicas de las galaxias típicas estarían
cientos de miles, o millones, de años más evolucionadas que la
nuestra y, consecuentemente, los observadores inteligentes
típicos serían órdenes de magnitud más inteligentes que
nosotros3.
Se puede argumentar contra este principio diciendo que un
nivel mucho más elevado de ciencia y tecnología no implica
necesariamente una inteligencia o capacidad cerebral mucho
más alta. Mi respuesta a esta objeción es que hay dos
razones fundamentales para pensar de esta manera. La primera es
simplemente la evolución biológica natural tal como la
conocemos en nuestro planeta. Los individuos de nuestra
especie (homo sapiens sapiens) somos más inteligentes que
nuestros ancestros y éstos eran más inteligentes que sus
propios ancestros, etc. Como no hay ninguna razón por la cual
este proceso deba pararse con nosotros, es totalmente realista
esperar que los individuos de civilizaciones mucho más
antiguas que la nuestra tengan que ser genéticamente más
inteligentes que nosotros. No obstante, hay un argumento aún
más fuerte apoyando la tesis de que cuanto más antigua sea una
civilización, más inteligentes serán los individuos: A medida
que las civilizaciones alcanzasen cierto dominio en el campo
de la ingeniería genética, la tendencia general sería
“mejorarse” a sí mismas, es decir a sus propias especies
(entre otras muchas especies) dando lugar a una aceleración de
la evolución biológica a ritmos inimaginables.
Ahora viene una pregunta crucial. Si el Sistema Solar forma
parte de una extensa hipercivilización, ¿por qué no detectamos
ninguna señal de inteligencia proveniente del espacio
exterior? Mi respuesta está directamente relacionada con mi
punto de vista de que tienen que existir civilizaciones
avanzadas agresivas: Genéricamente, todas las
civilizaciones suficientemente avanzadas camuflan sus planetas
por razones de seguridad, debido a la existencia de
civilizaciones avanzadas agresivas, de manera que
ninguna señal de civilización (ni de otra forma de vida) pueda
ser detectada por observadores externos, quienes sólo
obtendrían datos distorsionados con el propósito de
disuasión. A esta hipótesis la he denominado la Conjetura de Indetectabilidad [7].
Obsérvese que esta conjetura predice una probabilidad muy baja
de éxito para el proyecto SETI (search for extraterrestrial
intelligence) de búsqueda de inteligencia extraterrestre. La
razón radica en que las antenas del proyecto SETI sólo podrían
detectar civilizaciones primitivas capaces de producir
emisiones electromagnéticas. Ahora bien, después de alcanzar
el nivel de producir emisiones electromagnéticas, cualquier
civilización tardaría sólo unos pocos cientos de años en
aprender a ocultarse de observadores externos, haciéndose
indetectable. Como resultado, el período de detectabilidad de
una civilización promedio podría ser muy corto y la
probabilidad de que una civilización primitiva, como la
nuestra, detectara otra sería insignificante. Por ejemplo,
podría haber ocurrido que el planeta Tierra hubiera recibido
los últimos programas de radio o TV de otro planeta hace
200.000 años y por un período de unos 500 años.
Obsérvese también que si la Conjetura de Indetectabilidad
resultara ser cierta, entonces nosotros no podríamos estar
seguros de ser la única civilización habitando el Sistema
Solar, como creemos firmemente. La razón es que en las
observaciones astronómicas de planetas y satélites, los
científicos damos por segura la suposición de que no hay seres
inteligentes en esos astros manipulando los datos que
recibimos, y luego concluimos que no hay signos de vida
inteligente, como prueban los datos. Pero esta
suposición podría no ser cierta porque las civilizaciones
avanzadas serían tecnológicamente capaces de engañar a
nuestros telescopios, detectores y sondas espaciales, y no se
dejarían detectar.
La relevancia de esta solución de la Paradoja de Fermi, para
nuestro planeta y especialmente para nuestra civilización,
depende en gran medida de cuándo, hace cuánto tiempo alguna
hipercivilización extraterrestre se anexionó, o se hizo cargo
del Sistema Solar (esto podría haber sucedido más de una vez
ya que nuestra galaxia es muy antigua).
-
Si el Sistema Solar fue explorado hace ya miles de millones
de años: La Tierra podría haber pasado por varios procesos
de inseminación, al igual que muchos otros planetas
“prometedores”, como sugirieron Thomas Gold y Francis Crick.
Como resultado, todos los seres vivos terrestres tendríamos
bloques o bases de ADN comunes con los seres vivos de miles
de otros planetas que hubieran pasado por procesos de
inseminación similares, con las mismas bacterias.
Consecuentemente, muchos animales y plantas, incluyendo
nuestra propia especie, podrían haberse traído a la Tierra
(en cualquier momento de la Historia o Prehistoria), siendo
su origen extraterrestre imposible de detectar por ningún
biólogo o genetista. Más aún, en el momento presente
nosotros probablemente tendríamos innumerables “parientes”
en muchos planetas, lo cual tiene ventajas (posibilidad de
relaciones positivas y cercanas) pero también inconvenientes
(predadores). Además, no hace falta mencionar la alta
probabilidad de que muchas especies del pasado y del
presente, incluida la nuestra, podrían haber resultado de
manipulaciones genéticas, simplemente como parte de procesos
rutinarios para la mejora del planeta. (Yo estoy convencida
de que las civilizaciones avanzadas y no-tan-avanzadas hacen
uso amplio de la ingeniería genética para mejorar todas las
especies a su alrededor, incluyéndose a sí mismas.)
-
Si el Sistema Solar fue abordado por primera vez sólo cuando
la vida en la Tierra estaba bien desarrollada (por ejemplo,
hace unos pocos millones de años): Es aún muy probable que
muchas especies presentes hayan resultado de las
manipulaciones genéticas hechas por los “dueños” del Sistema
Solar para la mejora general del planeta; es decir, entre
otras muchas actuaciones, como deshacerse de especies
indeseables o mejoras de tipo geológico. (Obsérvese que la
aparición súbita del homo sapiens sapiens, hace unos 40.000
años, es todavía un misterio para la ciencia.)
-
Si el Sistema Solar fue abordado por primera vez sólo
después de que el homo sapiens sapiens hiciera su aparición:
Esta hipercivilización debió de encontrar nuestra especie lo
suficientemente aceptable para no intentar ninguna mejora
genética ulterior. Esto no significa, sin embargo, que estos
individuos decidieran adoptar una política de
no-interferencia total con respecto a los asuntos de los
humanos.
De hecho, si mi escenario es correcto y el Sistema Solar
pertenece al territorio de una hipercivilización no agresiva,
yo imagino que esta civilización nos trata como una especie
protegida y se interesa por nosotros. Así que bien podrían
haber decidido ayudarnos, discretamente, muchas veces en la
Historia y Prehistoria, en lo que se refiere a nuestra
evolución social, cultural, científica, etc., aparte de
protegernos a nosotros y al planeta de varios peligros de
diversa índole: grandes meteoritos, predadores del espacio
exterior, accidentes nucleares, terremotos extremadamente
devastadores, etc.
Por tanto, mi solución a la Paradoja de Fermi es compatible
con las especulaciones de que algunos OVNIS pudieran ser
verdaderas naves extraterrestres, mientras que algunos “dioses
descendiendo de los cielos”, para el beneficio de la
humanidad, podrían haber sido astronautas alienígenas. Sin
embargo, yo no los llamaría astronautas alienígenas sino
científicos y militares extraterrestres, en su lugar, ya que
siendo trabajadores en su propio territorio no serían ni
astronautas ni alienígenas propiamente.
Mi solución también es compatible con la posibilidad de
contactos más generales entre individuos de las
hipercivilizaciones e individuos primitivos como nosotros,
aparte de los que se derivarían de las actuaciones de los
“dioses descendiendo de los cielos”. He identificado tres
causas o razones principales que podrían motivar a individuos
de civilizaciones avanzadas a buscar interacciones o
relaciones con individuos primitivos: objetivos científicos,
entretenimiento y/o afecto, y propósitos delictivos de todo
tipo (ver los detalles en [7]). Los “dioses descendiendo de
los cielos” se corresponderían simplemente con varios equipos
de científicos, asistidos por personal militar, enviados por
el gobierno como ayuda al desarrollo de la civilización
terrestre primitiva.
5 - Cosmologías de Universos
Branas
Para terminar me gustaría hacer unos comentarios sobre las
cosmologías de universos branas. En los últimos siete años los
modelos de universos branas se han revelado de interés
creciente tanto para la Física de Partículas como para la
Cosmología [8] [9]. Estos modelos proponen la posibilidad de
que nuestro Universo, con tres dimensiones espaciales, esté
situado en un subespacio (brana) de un Cosmos con más
dimensiones. Estos modelos permiten dimensiones extra espaciales
grandes, e incluso infinitas4, y ofrecen la
posibilidad de resolver, o ver desde una perspectiva nueva,
muchos problemas de la Física de Partículas y la Cosmología
que llevan mucho tiempo a la espera de ser resueltos (pueden
verse varios reviews sobre modelos de universos branas en
[10]).
Las cosmologías de universos branas tienen el potencial de
reforzar drásticamente la
Paradoja de Fermi, ya que si nuestro Universo observable está inmerso
en un Cosmos mucho más grande, entonces pueden existir otros universos
a lo largo de las dimensiones extra espaciales, que pueden ser
paralelos al nuestro o intersectar en algunos puntos. En esta situación
sería natural esperar que algunos de estos universos tuviesen las
mismas leyes de la Física que el nuestro, y muchas de las
civilizaciones avanzadas correspondientes dominaran técnicas para
viajar o “saltar” a través de las dimensiones extra con el propósito de
explorar o colonizar otros universos. Hay que tener en cuenta, además,
que muchos de estos universos podrían estar muy cerca del nuestro,
incluso a la distancia de sólo un milímetro a lo largo de alguna
dimensión extra.
Esto abriría enormes posibilidades en cuanto a la expansión de
civilizaciones avanzadas a través de varios universos con las
mismas leyes de la Física, simultáneamente, dando como
resultado imperios multidimensionales. Podría incluso suceder
que la expansión a otras galaxias “paralelas” a través de
dimensiones extra pudiera ser más fácil y con menor coste que
la expansión dentro de la propia galaxia. En particular, los
“dueños” del Sistema Solar (si existen) podrían haber venido
de otro universo y podrían haber creado un imperio inmenso con
vastos territorios en varias galaxias “paralelas”.
En el momento presente, los físicos nos encontramos en una
fase aún prematura en el estudio de los universos branas y no
sabemos si estas ideas son en verdad realistas.
Sin embargo, la idea de dimensiones extra espaciales grandes y otros
universos está adquiriendo cada vez mayor importancia en la
comunidad científica, tanto entre los teóricos como entre los
experimentales. De hecho, las señales experimentales que se
esperan en los aceleradores presentes y futuros, de existir
dimensiones extra espaciales grandes, ya se han estudiado bien [11], y
una búsqueda experimental intensa está en camino. Por ejemplo,
los experimentos que comenzarán en 2007 en el LHC (Large
Hadron Collider), el gran acelerador de hadrones en el CERN,
buscarán, entre otras cosas, señales de dimensiones extra
espaciales
grandes.
6 - Comentarios finales
Un comentario final. Estoy convencida de que la característica
principal del escenario que propongo: la existencia de
subcivilizaciones primitivas inmersas en grandes
hipercivilizaciones extendidas por vastas regiones de las
galaxias, es verídica en el presente y/o ha sucedido en el
pasado y/o ocurrirá en el futuro en la mayoría de las
galaxias, o en todas ellas, de nuestro Universo y de cualquier
otro universo posible con las mismas leyes de la Física que el
nuestro. La cuestión de si nuestra civilización terrestre es,
en efecto, una subcivilización completamente ignorante de la
existencia de la gran hipercivilización, queda para ser
respondida en el futuro. Esto ocurrirá, o bien debido al
desarrollo de tecnología avanzada que nos permita descartar
esa posibilidad dentro de algunos cientos de años (si no nos
aniquilamos antes), o bien por la decisión de nuestros
anfitriones, si es que existen, de mostrarnos sus caras
abiertamente, lo cual podría suceder mucho antes.
Apéndice: Preguntas y Respuestas
-
¿Por
qué dice usted que el contacto abierto con la
hipercivilización destruiría nuestra civilización?
Esto es muy fácil de entender. Imagínese cómo nos sentiríamos
si sucediera que los ciudadanos de la hipercivilización
vivieran 1.000 años y, además, siempre con aspecto joven.
Nos sentiríamos devastados, ¿verdad? Es fácil de imaginar
que se convocasen manifestaciones patéticas por todo el
mundo exigiendo “nuestro derecho” a vivir 1.000 años
nosotros también. Y, ¿que pasaría si ellos nos explicaran que
nos permiten vivir en el planeta Tierra debido a su
cortesía y hospitalidad? Además, y muy importante, nosotros
necesitamos creer en nosotros mismos, en nuestra
capacidad para progresar, para construir el futuro. Esta
necesidad psicológica se haría añicos en contacto con una
civilización muy superior y con seres mucho más
inteligentes que nosotros, y sólo nos sentiríamos estúpidos y
sin valía, especialmente los científicos, aunque el
resto de la población también (por ejemplo, la distancia
entre ellos y nosotros, en cuanto a capacidades
cerebrales, podría ser mayor que la distancia entre
nosotros y los gorilas). Y no digamos el shock que sufriríamos
si ellos hubieran creado nuestra especie y nos lo
dijeran. Es difícil de imaginar quiénes se sentirían más
ofendidos bajo tales circunstancias: los creacionistas
fundamentalistas, los partidarios del diseño inteligente,
los darwinistas de “línea dura”, o los ecologistas.
En lo que a mí respecta, este último punto me parece bastante
inocuo de hecho porque, como dije, estoy totalmente
convencida de que las civilizaciones avanzadas hacen uso
amplio de la manipulación genética sobre todas las
especies a su alrededor, incluyéndose a sí mismas. Así
que si una civilización avanzada creó al homo sapiens sapiens,
entonces seguro que los individuos de esa civilización
también fueron el resultado de manipulaciones genéticas hechas
por sus propios ancestros, los cuales a su vez tendrían
una gran probabilidad de haber resultado de
manipulaciones genéticas llevadas a cabo por alguna
civilización alienígena mucho más antigua que ellos,
que a su vez habría sido manipulada por sus propios ancestros,
etc. Podría incluso suceder que, en el presente, no
quedara ninguna especie “virgen”, libre de manipulación
genética, en toda la galaxia, ni en la mayoría de las galaxias
típicas5. Así pues, respecto a la
posibilidad de que hayamos sido creados por científicos de una
civilización avanzada, yo siento lo mismo que en aquel
chiste en donde hay una persona hablando por teléfono:
“Esta es una grabación. No me importa. Yo soy un holograma”.
-
¿Cree
usted si sería posible que algunos de los universos
paralelos, a los que hace referencia, pudieran estar
habitados por ángeles y otros seres espirituales?
Tengo que decir que me han hecho esta pregunta muchas veces.
En el momento presente, nuestro conocimiento científico
no nos permite probar la existencia, o la no-existencia, de
los ángeles y otros seres espirituales descritos en
nuestras tradiciones. Mi opinión personal es que, si
estos seres existen, yo esperaría encontrarlos habitando
universos paralelos con leyes de la Física diferentes
de las nuestras. El punto crucial son las leyes de la Física
que rigen en un universo particular. Desafortunadamente
nosotros sólo conocemos un universo y un conjunto de
leyes de la Física, lo cual hace que nuestro conocimiento sea
muy limitado y “provinciano”. No obstante, los físicos
de Partículas Elementales suponemos que si algo entrara
en nuestro universo desde otro universo con leyes de la Física
diferentes, entonces la materia de este algo y la
materia de nuestro universo apenas interaccionarían (sólo
gravitacionalmente, si acaso). Como consecuencia, este
algo sería invisible para la mayoría de nosotros y
atravesaría nuestra materia “sólida” (paredes, techos) sin
ningún esfuerzo, tal como se supone que hacen los
ángeles y otros seres espirituales, ¿verdad? Digo “la mayoría
de nosotros” en lugar de “todos nosotros”, porque aún
no se ha descartado la existencia de capacidades
psíquicas especiales, como la telepatía. Por tanto podría
suceder que algunas personas especialmente dotadas
pudieran ver y/o comunicarse telepáticamente con seres
provenientes de tales universos con leyes de la Física
diferentes a las nuestras. Estos seres incluirían, en
particular, simples extraterrestres (no especialmente
espirituales) que viniesen de otros universos por
motivos científicos o por otros propósitos mundanos.
Una buena pregunta para una persona psíquicamente dotada (¡o
para un gato!)6 sería cómo puede distinguir
“quién es quién” entre las entidades que se supone que puede
ver. De hecho, yo le hice esta pregunta a un lector de
mi artículo que me había dicho que realmente existen
otras dimensiones y otros universos paralelos porque él puede
ver, y a veces comunicarse con, seres inteligentes
provenientes de los mismos. Así que le pregunté qué aspecto
tienen estos seres y cómo puede diferenciarlos. El me
dijo: “Veo diferentes tipos de entidades, ángeles
incluidos, aunque la mayoría son seres humanos en sus cuerpos
astrales (tanto vivos como muertos). He visto rara vez
extraterrestres, pero no sé si estaban en sus cuerpos físicos
de otro universo, como usted sugiere. Yo tengo la
impresión de que estaban en sus cuerpos astrales, de la
misma manera que algunos viajeros astrales entre nosotros
también visitan otros planetas.7 Estas
entidades se distinguen por su apariencia general: rostro,
cuerpo, ropa y también por su aura. Además, los seres
vivos en su cuerpo astral tienen una especie de `cordón
plateado' que los conecta con sus cuerpos físicos, aunque éste
puede ser muy tenue y difícil de ver”. Entonces le
pregunté si sería posible confundir un ángel, u otro “ser
espiritual”, con un extraterrestre que nos visitara
desde este u otro universo. El dijo: “Sí, podría ser posible
porque los ángeles y todos los seres espirituales crean su
apariencia a voluntad con sus mentes (rostro, cuerpo,
ropa, alas o no alas, etc.). A los ángeles les gusta tener el
aspecto de seres de tipo humano muy bellos (ya sean
terrestres o extraterrestres). Por este motivo, los
ángeles al cuidado de humanoides extraterrestres muy feos
también son muy feos, respecto a nuestros cánones,
aunque sean muy bellos para estos humanoides. Así que sí sería
posible confundir ángeles `feos' con alienígenas
igualmente feos, y a la inversa, extraterrestres muy
bellos nos podrían parecer ángeles a nosotros”
-
Hay
muchos informes sobre “extraterrestres” que parecen seres de
luz, de energía pura sin cuerpo. ¿Cree usted que todos los
extraterrestres podrían ser, de hecho, seres sin cuerpo? Y,
¿piensa usted que en el futuro nosotros también podríamos
convertirnos en ese tipo de seres de luz?
Estas preguntas están relacionadas con la anterior. Lo primero
que hay que decir es que también hay muchos informes
sobre extraterrestres con cuerpos físicos bien sólidos. Por
ejemplo Ed Mitchell, piloto del módulo lunar del Apollo
14, nos ha informado hoy de que el incidente de Roswell
fue verídico, y uno de los alienígenas a bordo estaba aún vivo
cuando los militares americanos encontraron la nave8.
Así que no veo ninguna razón para pensar que todos los
extraterrestres que pudiera haber por aquí (¡si es que hay
alguno!) tengan que carecer de un cuerpo físico. Por
otro lado, yo no creo en absoluto en la existencia de seres
sin cuerpo, aunque quizás pudiera haber seres que
visitan nuestro universo provenientes de otro universo con
leyes diferentes de la Física. ¡Esto explicaría el porqué no
podríamos ver sus cuerpos y el que estos seres pudieran
atravesar los techos y paredes! Y a la inversa, estos
seres tampoco podrían ver nuestros cuerpos a no ser que
tuvieran esa capacidad psíquica, suponiendo que ésta
exista, claro. Así que para mí esta cuestión es muy simple:
todos los seres inteligentes que existan (ya sean de
tipo humano, o de tipo animal, o de tipo angélico, o de
cualquier otro tipo) tienen que tener un cuerpo (¡por lo menos
uno!)9, no importa de qué universo
provengan, y estos cuerpos son sólidos y bien visibles para
los habitantes de sus propios universos, u otros
universos con las mismas leyes de la Física.
Acerca de la segunda cuestión, si usted pregunta si nuestra
especie biológica podría evolucionar hasta convertirse
en “seres de luz de energía pura” en este universo físico, la
respuesta es que no. Yo no creo que las leyes de la Física
de este universo permitan nunca la emergencia de seres
inteligentes sin cuerpo, como acabo de señalar.
De hecho, su pregunta encaja mejor dentro de la metafísica que
dentro de la ciencia ordinaria. En el “modelo estándar”
metafísico todos los seres conscientes (seres humanos,
animales, ángeles, etc.) son sólo visitantes de los
universos en los que habitan. La razón sería que la
consciencia no puede ser creada en ningún universo, da igual
qué leyes de la Física tenga. Por ejemplo, esto
implicaría que nadie, en ningún universo, podría nunca
construir un robot, o un ordenador, que pudiera hacerse
consciente. Las consciencias individuales se habrían
separado, no creado, de un océano enorme de consciencia que
siempre ha existido, sin principio y sin final, y que
sería la causa última de todo lo que existe. Así pues, según
estas ideas, como nuestra consciencia no puede emerger
de ningún sistema complejo (tal como nuestro cerebro),
resulta que todos somos alienígenas en los universos que
habitamos y nuestros cuerpos son sólo los trajes de
astronauta que necesitamos para vivir en estos
universos. Volviendo a su pregunta, el modelo estándar
metafísico dice que nosotros, los seres humanos,
vivimos muchas vidas en “universos físicos”, en donde la mente
tiene muy poco poder sobre la materia, trabajando muy
duro, y descansando entre medias en “universos
astrales”, en donde siempre se está de vacaciones ya que la
mente puede crear todas las necesidades básicas:
vivienda, muebles, ropa,... Ahora bien, después de muchas
encarnaciones en los universos físicos y astrales, podemos
ser promocionados y enviados a universos mejores, más
espirituales, donde el poder de la mente sobre la materia es
mucho mayor que en los universos astrales. De esta
manera nos convertiríamos en “seres de luz”
espirituales sin cuerpo físico, ni cuerpo etérico ni cuerpo
astral, aunque tendríamos todavía los cuerpos más
superiores hechos de la materia/energía de los universos más
espirituales en los que habitaríamos. Estos cuerpos
serían invisibles para la mayoría de los habitantes de los
universos físicos y también para la mayoría de los
habitantes de los universos astrales.
-
¿Ha
tenido usted alguna experiencia inusual que le motivase a
escribir su artículo?
No directamente; yo nunca he visto un OVNI, ni tampoco he
intentado ver alguno o entrar en contacto con
alienígenas, como hacen algunas personas. De forma indirecta,
tuve una experiencia bastante inusual hace más de
veinte años que ha sido una fuente de inspiración, no
cabe duda, aunque la motivación real para escribir el artículo
fue simplemente hacer una réplica a las ideas del
cosmólogo Ken Olum, tal como explico en detalle en el
artículo.
-
¿Qué
tipo de experiencia tuvo usted? ¿Podría decir algo sobre
ello?
Esta es una historia bastante larga. En Mayo de 1984 una prima
mía me invitó a tomar café en su casa y también invitó
a un viejo amigo suyo. Ella me advirtió sobre la posibilidad
de oír “cosas raras”, ya que su amigo estaba en
contacto con extraterrestres desde hacía varios años.
En su casa estuvimos conversando sobre temas corrientes
durante más de una hora. El era un hombre joven de
aspecto totalmente normal y tenía un trabajo de lo más normal
también. Entonces sacamos el tema de las vacaciones de
verano. Después de que mi prima y yo comentáramos
nuestros planes, él dijo con voz y expresión totalmente
serias: “Yo me iré con mis amigos en Julio, ya hemos
quedado. Estaremos un par de días en las bases de la Luna y
luego me llevarán tres semanas a Ganímedes10
otra vez. El verano pasado pasé unos días en Ciudad
Confraternidad, en donde hay una colonia terrestre de unas
12.000 personas. Allí tienen un museo muy interesante
de Historia de la Tierra, donde se pueden ver los cuerpos del
profeta Elías y del patriarca Enoc. Ellos estuvieron
viviendo en Ganímedes cientos de años, hasta que
murieron”.
Aunque no me creí una sola palabra y pensé que estaba loco,
traté de mostrar un mínimo interés, más que nada por
cortesía (él era bastante amable), así que me puse a hacerle
algunas preguntas. Le pregunté cómo se veía Júpiter desde
Ganímedes, cuánto se tarda en viajar a la Luna y a
Ganímedes, cuántos habitantes tiene el satélite y qué aspecto
tienen sus amigos. Sus respuestas fueron las
siguientes: “Júpiter es enorme, cubre casi todo el cielo”. “El
viaje a la Luna dura sólo dos o tres minutos, a Ganímedes
depende de la nave. En naves estándar el viaje dura un
poco más de tres días, mientras que en las naves nodrizas
cilíndricas sólo dura tres horas”. “Hay alrededor de
dos millones y medio de habitantes en Ganímedes, que
ellos llaman Morlen, distribuidos la mayoría en cinco
ciudades. En Ciudad Cristal está el gobierno de Morlen,
así como el gobierno de la Confederación a la que pertenece
Morlen. Es una Confederación de los 24 mundos más
avanzados de nuestra galaxia, y su gobierno se llama el
Consejo de los 24 Ancianos”. “Mis amigos de las bases de la
Tierra son sobre todo de Ganímedes, aunque también se
puede conocer a gente de los otros 23 mundos. La mayoría de
ellos se parecen bastante entre sí, aunque son más altos o
más bajos dependiendo del mundo del que provienen. En
general son muy guapos (parecen ángeles), tienen el pelo largo
y rubio, la piel blanca y los ojos claros, más grandes
que los nuestros, un poco rasgados. La mayoría aparenta
unos 40 años, aunque pueden tener 300, 600, 800 años, ya que
pueden vivir hasta unos 1.200 años terrestres y dominan
la tecnología anti-envejecimiento. Los más
impresionantes son los gigantes del planeta Apu, en Alfa
Centauro, que miden alrededor de tres metros y además
llevan el pelo muy largo y lo tienen casi blanco. Mis amigos
de Ganímedes son también bastante altos: miden más de
dos metros”.
En ese momento yo repliqué: “Así que son bastante similares a
nosotros, aunque más altos y más guapos, y encima son
la gente más evolucionada de nuestra galaxia. ¡Pues qué
coincidencia! ¡Qué suerte que tengamos estos vecinos tan
maravillosos!” Entonces él dijo con el semblante
bastante serio: “Esto no es una coincidencia, me temo, pero
prefiero reservarme los detalles. Eres todavía muy
joven y no estás preparada para conocer estos hechos, sería
muy fuerte para ti. Sólo déjame que te diga que ellos
llegaron a esta parte de la galaxia: Alfa Centauro, el
Sistema Solar, las Pléyades, etc. hace casi tres millones de
años. Se establecieron en colonias artificiales que no
tenían vida natural, así que construyeron sus mundos
desde cero. No trajeron animales consigo y por tanto sólo
tienen plantas y son vegetarianos”.
Entonces le pregunté cómo entró en contacto con sus amigos y
cómo se entendía con ellos. El dijo: “Ellos me
contactaron a mí; yo nunca había estado interesado en OVNIS ni
en extraterrestres”. “Ellos tienen tres glándulas en el
cerebro que nosotros no tenemos. Una de ellas les dota
de capacidades telepáticas muy potentes, de tal manera que
ellos no hablan con la boca, sólo por telepatía. Es muy
fácil entenderles porque hablan un “lenguaje universal” que
se convierte en la lengua materna del receptor dentro de
su cerebro. Por esta razón ellos tampoco usan ningún
tipo de tecnología para comunicarse con sus semejantes, como
teléfonos o radios, se comunican exclusivamente por
telepatía, incluso desde un planeta a otro”.
Luego él nos dio el consejo de que nunca intentáramos entrar
en contacto con alienígenas: “Hay unos humanoides muy
peligrosos, que vienen de otro universo, y nos hacen cosas
horribles. Aunque hay algunos grupos de gente que han
tenido suerte y han entrado en comunicación telepática
con gente de la Confederación, incluyendo algunos de mis
amigos, el riesgo de dar con los otros extraterrestres
es alto”. Entonces le pregunté: “¿Qué quieres decir con
otro universo? ¿Quieres decir que vienen de otra galaxia?”
“No, quiero decir otro universo. Hay 22 dimensiones, no
sólo las tres que conocemos nosotros, y por esta razón hay
cantidad de universos. Esos tipos viven en un universo
muy próximo, que además tiene una entrada a nuestro
universo muy cerca del Sistema Solar, de manera que, una vez
entran, sólo tienen que viajar tres días para llegar a
la Tierra. Naturalmente no les está permitido venir aquí, pero
lo hacen de todas las maneras. En fin, estos tipos son
una verdadera pesadilla para mis amigos, que hacen todo
lo posible para alejarlos. De hecho, ya se han estrellado en
más de una ocasión, durante las persecuciones, porque
su tecnología es muy inferior a la tecnología de la
Confederación. Es que si no fuera así, ya se habrían apoderado
del planeta y nos hubieran hecho sus esclavos”.
Finalmente le pregunté si sabía si todos los universos son
como el nuestro. El dijo que el universo de los
intrusos es como el nuestro, por desgracia, pero según
tenía entendido, muchos universos son diferentes.
No volví a verlo nunca (¡ni yo hubiera querido!). No tenía la
menor duda de que este hombre padecía alguna enfermedad
psiquiátrica profunda, mientras que mi prima le defendía
diciendo que ella lo conocía muy bien desde hacía
muchos años, y ni era un embustero ni estaba loco, así
que la historia que nos había contado tenía que ser verdad,
por muy rara que nos pareciera.
Durante los catorce años siguientes, más o menos, ni me acordé
del tema de las civilizaciones extraterrestres.
Inesperadamente, un día alrededor de 1998 el tema surgió de
alguna manera cuando hablaba con mi amiga Maite en su
casa. Entonces ella me enseñó un par de libros curiosos
sobre supuestos contactos con extraterrestres. Uno de los
libros, “Los Manuscritos de Geenom (II)” estaba escrito
por un grupo de Madrid, el grupo Aztlán, que afirmaba estar en
comunicación telepática, una vez por semana y durante
veinte años ya, con unos ciudadanos del planeta Apu11
(decían que las comunicaciones se transmitían de planeta a
planeta). El otro libro tenía por título “Yo visité
Ganímedes”, y su autor era Yosip Ibrahim. Como es fácil de
imaginar, me sentí “teletransportada” de repente a aquella
tarde tomando café en casa de mi prima, catorce años
antes. Leí estos dos libros y, por primera vez, me di cuenta
de que yo nunca había pensado seriamente sobre el tema de las
civilizaciones extraterrestres, a pesar de que siempre
había mantenido una actitud abierta respecto a la
posibilidad de visitantes alienígenas. Me hice consciente de
que este asunto podría ser mucho más importante, y sus
consecuencias ir mucho más lejos, de lo que yo y la mayoría de
la gente “abierta” nos hubiéramos podido imaginar
ingenuamente.
Después de pasar algún tiempo pensando sobre este asunto,
llegué a la conclusión de que no era posible descartar
el escenario descrito por el amigo de mi prima, por muy
extraño que me pareciera. Sólo había dos cuestiones
cruciales a las que responder: Una civilización millones
de años más adelantada que la nuestra, ¿sería capaz de
colonizar lugares tales como los satélites grandes de
Júpiter? y, ¿sería capaz de ocultarse completamente de
observadores externos? Mi respuesta a estas dos
cuestiones era, sin duda, positiva.
Durante aproximadamente un año, Maite y yo leímos algunos
libros más [12] sobre el triple asunto Confederación – Apu -
Ganímedes, para nuestra propia información, y eso fue todo.
Nunca se me pasó por la mente escribir un artículo sobre
civilizaciones primitivas versus civilizaciones avanzadas, y
mucho menos intentar esclarecer la verdad sobre todo este
asunto 12. Sin embargo, en Marzo de 2003 apareció
el artículo de Ken Olum
[13]
en los archivos científicos, lo cual atrajo mi atención de
nuevo hacia el tema de las civilizaciones extraterrestres. El
decía que nuestra pequeña civilización terrestre debería de
formar parte de una civilización galáctica extendida por una
región grande de la galaxia, según sus cálculos, pero sin
embargo, nosotros no formamos parte de una tal civilización,
como confirma la observación. Ni que decir tiene que este
artículo me impactó de manera notable, a pesar de que los
argumentos y los cálculos de Olum no me convencieron lo más
mínimo. De esta manera comencé, otra vez, a pensar seriamente
en este asunto de las civilizaciones extraterrestres y, poco
después, se me ocurrieron las ideas del Principio Subantrópico
y de la Conjetura de Indetectabilidad. Entonces decidí
escribir un artículo discutiendo la posibilidad de que nuestra
civilización terrestre pudiera estar inmersa en una gran
civilización muy avanzada, sin ser consciente de ello.
Referencias:
[1] C.H. Lineweaver, Y. Fenner, and B.K. Gibson, “The galactic
habitable zone and the age distribution of complex life in the
Milky Way”, Science 303, 59, 2004.
[2] I. Crawford, “Where are they?”, Scientific American, July
2000
[3] L. Pauwels and J. Bergier, “El Retorno de los Brujos”,
1960.
E. von Däniken, “Recuerdos del Futuro”, 1967.
[4] J.W. Deardorff, “Possible extraterrestrial strategy for
Earth”, Q. J. R. Astron. Soc., 27, 94, 1986
[5] W.I. Newman and C. Sagan, “Galactic civilizations:
Population dynamics and interstellar
diffusion”, Icarus 46, 293, 1981.
[6] R. Jastrow en vídeos de la serie “El Universo de Stephen
Hawking”, 1996.
[7] B. Gato-Rivera, “Universos Branas, el Principio
Subantrópico y la Conjetura de
Indetectabilidad”, physics/0308078, 2003.
[8] N. Arkani-Hamed, S. Dimopoulos and G.R. Dvali, Phys. Lett.
B429, 263, 1998; Phys. Rev. D 59, 86004, 1999; Phys. Today
55N2, 35, 2002.
[9] L. Randall and R. Sundrum, Phys. Rev. Lett. 83, 4690,
1999.
[10] R. Maartens, Living Rev. Rel. 7, 1, 2004.
I. Antoniadis, Eur. Phys. J. C 33, S914, 2004.
C. Csaki, “TASI lectures on extra dimensions and branes”,
hep-ph/0404096.
V. Rubakov, Phys. Ups. 44, 871, 2001.
D. Langlois, Prog. Theor. Phys.
Suppl. 148, 181, 2003.
[11] G.F. Giudice, R. Rattazzi and J.D. Wells, Nucl. Phys. B
544, 3, 1999.
E. A. Mirabelli, M. Perelstein and M.E. Peskin, Phys.
Rev. Lett. 82, 2236, 1999.
K. M. Cheung and W.Y. Keung, Phys.
Rev. D 60, 112003, 1999.
[12 Y. Ibrahim, “Mi preparación para Ganímedes”, 1975.
J.J. Benitez, “OVNIS: SOS a la Humanidad”, 1975.
Grupo Aztlán, “Los Manuscritos de Geenom (I)”, 1993.
J.A. Campoy, “Entrevista a un Extraterrestre: Geenom”,
1997.
S. Paz Wells, “Mensajeros del Cosmos. Una Puerta hacia
las Estrellas”, 1999.
[13] K. Olum, “Conflict between anthropic reasoning and
observation” gr-qc/0303070 version
V1, Marzo 2003.
Notas:
1
Durante este Forum, Claudio Maccone, miembro de la
International Academy of Astronautics, ha presentado un modelo
matemático que predice unos 150 millones de años, lo cual es
todavía un tiempo corto.
2
Es menos conocido el hecho de que varios años antes que Crick,
en 1960, el astrónomo
Thomas Gold sugirió, durante un congreso en Los Ángeles, que
la vida en la Tierra la podrían haber traído viajeros del
espacio hace miles de millones de años. Curiosamente, esta
afirmación fue hecha también, y con una `descripción detallada
de los hechos', por el escritor de “metafísica popular” T.
Lobsang Rampa en el libro El Ermitaño (1971).
3
Esto significa que si nosotros `puntuamos' hasta 10, entonces
ellos puntúan hasta 100 ó 1.000 ó 10.000, etc.
4
Previamente, en las teorías y modelos de la Física de
Partículas, sólo se permitían dimensiones extra espaciales si éstas eran
compactas con radios muy pequeños.
5
¡Este escenario constituiría la mayor pesadilla imaginable
para los ecologistas!
6
Los gatos tienen la reputación de gozar de grandes poderes
psíquicos y de ser capaces de ver todo tipo de entidades
invisibles al ojo humano. El mencionado autor T. Lobsang Rampa
incluso afirmaba que su libro “Mi vida con el Lama” lo había
escrito una de sus gatas, la cual le había dictado el
contenido por telepatía, mientras que la introducción la había
escrito otra gata.
7
Dicen los “expertos” que el cuerpo astral puede viajar muchos
órdenes de magnitud más rápido que la luz. Esto, curiosamente,
no entraría en contradicción con ninguna ley conocida de la
Física ya que el cuerpo astral no estaría hecho de
materia/energía de nuestro universo, sino de materia/energía
de los “universos astrales”, que tendrían leyes de la Física
muy diferentes. Las altas velocidades y el bajo costo de los
viajes astrales no serían sus únicas ventajas respecto a la
exploración del espacio exterior: los astronautas astrales
podrían también aproximarse a estrellas y agujeros negros todo
lo que quisieran, e incluso saltar dentro, regresando a salvo
sin sufrir ningún daño, ya que el cuerpo astral, dotado de los
sentidos de la vista y del oído respecto a este universo, no
sentiría la gravedad ni las altas temperaturas.
8
En Julio de 1947 la base militar cercana a Roswell (Nuevo
Méjico, EEUU) sacó un comunicado de prensa anunciando que
habían capturado una nave alienígena que se había estrellado
en las inmediaciones. Tres días después se retractaron: la
nave alienígena no era más que un globo atmosférico.
9
El “modelo estándar” metafísico dice que los seres humanos
(terrestres y extraterrestres) tienen siete cuerpos: físico,
etérico, astral, mental y los tres cuerpos superiores, cada
uno de ellos correspondiente a un universo, o “plano de
existencia”, diferente. Los animales tendrían los cuatro
cuerpos inferiores mientras que los ángeles y todos los demás
seres “espiritualmente avanzados” tendrían sólo los tres
cuerpos superiores.
10
Ganímedes, una de las lunas de Júpiter, es también el satélite
más grande del Sistema Solar, más grande incluso que los
planetas Mercurio y Plutón.
11
En las “comunicaciones”, que comenzaron en 1975 y continúan en
la actualidad, se dice que Apu orbita alrededor de la estrella
Alfa B Centauro, a 4.35 años luz del Sol. Alfa Centauro, que
es el sistema estelar más próximo a nosotros, consiste en un
sistema binario de estrellas de tamaño similar al Sol – Alfa A
(de color amarillo) y Alfa B (de color naranja) – acompañado a
mucha mayor distancia por una enana roja, Próxima Centauro,
que es la estrella más cercana al Sol de todo el firmamento, a
4.22 años luz. Se puede consultar información astronómica
interesante sobre el sistema Alfa Centauro en la página web
http://homepage.sunrise.ch/homepage/schatzer/Alpha-Centauri.html
12
Esta investigación se deja para el lector interesado.
Agradecimientos:
Quisiera dar las gracias a los organizadores del World Mystery
Forum 2005 por invitarme a este lugar tan bonito e
interesante. Además, estoy en deuda con mis amigas Linda
Champion y Maite Fernández por muchas conversaciones
interesantes y por ayudarme en la traducción de este artículo
al castellano.
LA AUTORA
es Licenciada y doctora en Ciencias Físicas por la Universidad
Complutense de Madrid, es especialista en Física de Partículas
Elementales y Física Matemática. Habiendo pasado tres años
posdoctorales en el MIT (Instituto de Tecnología de
Massachussets) y otros tres años en el CERN, laboratorio
europeo de investigación nuclear, desde 1990 forma parte de la
plantilla científica del CSIC (Consejo Superior de
Investigaciones Científicas).
© Copyright 2005, Beatriz
Gato-Rivera. Todos los derechos reservados
Publicado con permiso expreso de la
autora.
Queda prohibida su reproducción sin autorización previa de
la autora.
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