Benítez asevera en un comunicado, que
remite a un informe más amplio de su página web (www.jjbenitez.com), que
un grupo de siete civiles -seis españoles y un estadounidense-
colaboraron con el Servicio de Inteligencia Militar del Ejército del
Aire en la desclasificación de los expedientes, pero con el objetivo de
"refutar" los avistamientos.
Este grupo de civiles, señala Benítez,
estuvo encabezado por Vicente Juan Ballester Olmos, director de
investigaciones de la Fundación Anomalía, entidad escéptica con el
fenómeno OVNI,y compuesta asimismo por Manuel Borraz, Juan Antonio
Fernández Peris, Miguel Guasp, Joan Plana, Willy Smith y Javier
Armentia, director del Planetario de Pamplona.
Los nombres de estas personas y su
trabajo "secreto" en la desclasificación OVNI figura, según
indica Benítez, en un total de 58 cartas confidenciales que entregó en
2004 Willy Smith, doctor en Física de la Universidad de Michigan
(Estados Unidos), experto en energía atómica e investigador ufológico,
fallecido en 2006.
Benítez afirma que las conclusiones de
estas personas eran remitidas al Ejército del Aire y éste, si lo
consideraba oportuno, las incluía en los informes
desclasificados.
Entre 1992 y 1998 fueron
desclasificados ochenta y tres expedientes OVNI, con algo más de mil
ochocientos folios, un proceso que, en opinión de Benítez, fue "un
fraude", ya que los documentos deberían haber sido liberados "sin
ningún tipo de manipulación".
El investigador navarro ha comentado a
Efe que, en estas cartas, "se ve con claridad que lo que interesaba
era refutar como fuera el fenómeno" por parte de este llamado
"consejo de consultores", que explicaron los casos OVNI
"afirmando que se trataba de un globo sonda o del planeta
Venus".
Por ejemplo, ha resaltado Benítez, uno
de los casos más conocidos del fenómeno OVNI, el que tuvo lugar en 1975
en el polígono de tiro de las Bardenas Reales, en Navarra, es explicado
en el expediente como el avistamiento de un helicóptero.
Benítez ha destacado que los
expedientes originales no tienen ninguna conclusión, sino que son
"informes desnudos, que es como se deberían haber
desclasificado", por lo que a su juicio "es un proceso nulo,
porque está viciado, porque se pone en manos de civiles, lo cual sería
ya totalmente ilegal".
Además, el investigador ha señalado
que "los documentos en sí mismos están manipulados, censurados,
faltan folios" y también "faltan expedientes", sobre "los
casos grandes, los graves, los más espectaculares; esos no han salido
nunca a la luz ni saldrán, probablemente".
Por su parte, el astrofísico y el
director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, ha indicado a Efe
que colaboró en este proceso de desclasificación de expedientes, pero ha
resaltado que Benítez "mezcla los datos con sus opiniones y además
con ánimo injurioso".
Ballester Olmos, ha indicado Armentia,
se puso en contacto con él para pedirle su opinión personal sobre
algunos casos recogidos en los informes, "con la petición de que los
tratara con discreción, cosa que me parece perfectamente normal y
lícita".
Tras recibir el encargo, ha explicado,
"yo hice lo que sé", que es estudiar los datos y "comprobar si
había alguna explicación astronómica para ese avistamiento" con el
fin de elaborar "una hipótesis plausible".
"Era el trabajo normal y lógico que
tiene que hacer cualquier persona ante el análisis de un caso de
estos", ha afirmado Armentia, quien ha subrayado que "yo tengo
mis opiniones, pero nunca las antepongo a los hechos".
En este sentido, Armentia, miembro de
la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, ha asegurado que
Ballester Olmos "se puso en contacto conmigo en mi condición de
astrofísico, no por mi opinión, que siempre ha sido pública, sobre el
fenómeno de los platillos volantes".
Benítez "necesita crear esa
historia de la conspiración", ha declarado Armentia, quien ha
aseverado que lo único que existió es "un análisis por parte de una
serie de expertos totalmente independientes, con los que no tuve ninguna
relación".