Desde algùn lugar de la
Internet, "irrumpiò" este hermoso texto...y yo (còmoda que soy)al viento
virtual se los reenvìo,enrollado dentro de una botella de cristal
azul.......
Alla con afecto va Wandañus!
----- Original Message -----
Sent: Friday, February 03, 2006 9:54 PM
Subject: MANIFIESTO 2006. Arte, Poesía y Vida
Los invito a adherir y a ver su estética, que es un
lenguaje.
La primera adhesión al "Manifiesto
2006. Arte Poesía y Vida" es la del poeta
Thiago de Mello.
Pura luz él, siempre coherencia, poesía bendita,
sabiduría.
Sinceramente,
Cristin Castello (Ver al pie)
Poeta y periodista
....................................................................................................................................................................
MANIFIESTO 2006
Arte, Poesía y Vida
Por Cristina Castello y Ricardo
Dessau
«Porque
los hombres, Sócrates, han olvidado la obligación de
pensar...»
Miguel
Betanzos: Sócrates, el sabio
envenenado
Nosotros,
poetas del mundo decimos «
¡Basta!» y decimos «lobos».
«
¡Basta!»: una de las más hermosas palabras poéticas pronunciadas o a ser
pronunciadas aún.
«Lobos». Los poetas somos «lobos esteparios», y
nos «organizamos», al modo de los lobos, no al del hombre lobo del
hombre.
«Los
lobos sanos y las mujeres sanas... han sido perseguidos, hostigados y
falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiado agresivos y de valer
menos que sus detractores. Han sido el blanco de aquellos que no sólo
quisieran limpiar la selva sino también el territorio salvaje de la psique,
sofocando lo instintivo hasta el punto de no dejar ni rastro de él. La
depredación que ejercen sobre los lobos y las mujeres aquellos que no los
comprenden es sorprendentemente similar.? ¾Clarissa
Pinkola Estés, «Mujeres que corren con los lobos»¾
.
Nosotros,
poetas del mundo, somos lobos en defensa de ese «territorio salvaje» y sublime
que, por fortuna, aún existe debajo de la vida transformada en «Dios
Mercado».
Los
poetas del mundo aullamos que la Poesía es opositora, crítica, rebelde y
subversiva por naturaleza.
Que
la poesía destruye y se autodestruye en un solo movimiento.
Que
se recrea a sí misma, y recrea el mundo permanentemente. Nietszche: «Di tu
palabra y rómpete».
Decimos,
con los surrealistas, que la
Poesía es libertad absoluta.
Que
es imaginación.
Y con el fuego prometeico de León Felipe, en un grito de ángeles,
aullamos que la
Poesía es un sistema luminoso de señales.
Aquí nuestro « ¡Basta!», nuestro aullido, nuestras
señales.
Y nuestro intento de alas:
1. « ¡He
aquí el tiempo de los asesinos!», escribió Rimbaud. Este tiempo se ha
extendido hasta el siglo XXI, se ha
profundizado como nunca y, por fin, parece haberse arraigado en
la Tierra
para siempre.
2. Nosotros,
poetas del mundo, nos revolvemos contra ese «Tiempo de los Asesinos», como lo
hizo la
Poesía desde que el primer ser humano alumbró el primer verso
y el primer ser humano dejó su primer trazo en la primera caverna.
3. El
Tiempo de los Poetas es el de las Madres dadoras de Vida. « ¡Ah, qué buena la
tierra de mi huerto. Hace un olor a madre que enamora!» (Miguel Hernández).
4. Es el
tiempo de la poesía escrita y cantada en femenino, aunque la cólera, la
disonancia, las aberraciones del lenguaje (para los «académicos»), la falta de
«decoro» (para los «bienpensantes»), y la sed angustiosa de reparación
dominen, y nos muestren como retoños de los viejos «asesinos».
5. Las
mujeres y los varones poetas del Siglo XXI hemos decidido «matar» con palabras
a los Asesinos con armas. Palabras no regladas por nadie más que por el propio
poeta. Palabras no fraguadas en ninguna fragua más que en la suya: ni siquiera
en la de los dioses, aunque el canto sea un don de ellos, ni menos que menos
en la del lenguaje al uso (o «no lenguaje», en rigor), burda caricatura del
Lenguaje Común y, por tanto, de la Razón Común, que les han sido arrebatados por
los Asesinos al Pueblo convertido en masa.
6. La masa
no entiende la poesía; el Pueblo ?o lo que aún pueda quedar de él?, sí.
7.
La
Ilíada o
la Odisea
eran poemas tan extraordinariamente bellos como populares. En aquellos remotos
tiempos no existía ninguna diferencia entre los griegos, o los antecesores de
los griegos, y sus poetas. Grecia fue primero la Poesía y luego
la Filosofía.
Y la
Poesía, durante siglos, se transmitió de boca en boca (y así
se fundó la tradición oral), y la Filosofía era discutida en la plaza pública, en
el mercado ¾con
minúscula: tan sólo se trataba del mercado de huevos y gallinas¾ (y así
se fundó la dialéctica, la discusión razonable tan vituperada hoy por el
positivismo, el pragmatismo o la Razón Técnica).
8. El
positivismo, el pragmatismo y la Razón Técnica cumplieron la «misión» para la que
nacieron: despojaron a los seres humanos de su herramienta fundamental: la
posibilidad de decir «No», de criticar, de disentir. Lo despojaron de su
«negatividad», el atributo humano por excelencia, el único que nos diferencia
del resto de las criaturas del universo. Le domesticaron la rebeldía. En suma,
nos transformaron en un «Sí» absoluto. Somos máquinas de admitir, consentir y
asentir «consensos». Reflejos condicionados. La Humanidad se encuentra
al borde de un precipicio cuyo fondo monstruoso no podemos concebir siquiera.
« ¡Basta!», bramamos los poetas del mundo.
9. De las
dos dimensiones esenciales que nos constituyen (la del «Sí» y la del «No»),
nos han dejado sólo la primera, porque descarada pero insensiblemente se
robaron la segunda. De ahí que los hombres sean hoy la reproducción fiel de
aquel Hombre Unidimensional del que nos habló por primera vez el filósofo
Herbert Marcuse en 1964.
10. Sin embargo, la Belleza, la Verdad y el Bien (los
valores supremos socráticos y de toda la filosofía que siguió) sólo pueden ser
captados en todo su esplendor por el «No».
El «No»
niega la comodidad, la facilidad y la vulgaridad del dato inmediato, los
«hechos». El «No» es símbolo de libertad.
Que
la Tierra
gira alrededor del sol, y no a la inversa; que el «David» de Miguel Ángel
tiene la perfección de la que no hubiera podido gozar jamás el David real; y
que el «otro», el prójimo, soy yo, constituyen revelaciones, manifestaciones
del Ser que sólo se pueden avizorar más allá de los datos brutos de los
sentidos, más allá del consentimiento ingenuo (del «Sí» asesino) que damos a
lo que se nos aparece cotidianamente.
11. Los poetas del mundo seremos los Poetas
del «No», o no seremos nada.
12. Para nosotros «la Belleza será convulsa o
no será» (Bretón).
13. Ese «No» es «totalitario» en el mejor
sentido del término, es decir, es un «No» «totalizador». Incluye todos los
asuntos del mundo humano, puesto que «nada humano nos es
ajeno».
No nos
son ajenos ni el amor, ni el erotismo, ni la sexualidad.
Ni
la Pasión del
Absoluto (Louis Aragon).
Ni las
hoy llamadas «guerras».
«Guerras»,
dicen de las agresiones del Imperio contra los pueblos más débiles de
la Tierra, si
son poseedores aún de alguna riqueza que se pueda saquear; o si ocupan alguna
posición estratégica desde el punto de vista de la prosecución de la sagrada
tarea del saqueo de otros pueblos que todavía queden relativamente indemnes. A
los poetas del mundo no nos son ajenas, y las vibramos.
Como no
nos son ajenas la miseria crecientemente «globalizada», ni la falsedad de los también cada vez más globalizados
«derechos humanos» que, en realidad, son los «derechos de los solventes». «Derechos Humanos»: he aquí otra
jugarreta con las palabras, esas palabras que tenemos el deber irrenunciable
de defender de todo truco, de todo pase mágico que pretenda ocultar o
deformar la verdad.
14. Los poetas del mundo tenemos el deber
de alumbrar auroras. Puesto que nuestro oficio son las palabras, nuestra
obligación ¾junto a
nuestros camaradas creadores de la ficción literaria¾ es la de desenmascarar los millones de
términos y frases obviamente falsos que
nos «venden» como obviamente verdaderos.
Al igual que en el
caso de los tan recitados «derechos humanos», nuestro deber moral, subversivo,
escandaloso, demencial, para el mundo «políticamente correcto», consiste en
denunciar la ya insoportablemente extendida y normalizada «defensa del medio
ambiente». ¡No! Rechazamos esa
bandera cuando, hoy más que nunca, es enarbolada hasta el cielo por los mismos
que depredan el planeta sistemáticamente.
Abominamos también del resto de las banderas negras de
los piratas del siglo XXI. Estas banderas ya no ostentan una calavera con dos
huesos atravesados. En una mueca de puro mentir, nos exhiben los rostros de
jóvenes bonitas o fascinantes, según corresponda, rostros con los que nos
venden desde un automóvil hasta la creencia ingenua de que lo único que les
importa a estos Asesinos internacionales, multinacionales y nacionales es
nuestro bienestar o la preservación de la Naturaleza, nuestros
«derechos humanos» y nuestra bendita ¾pero
en el fondo despreciada por ellos¾
Madre Tierra.
¡Fariseos!
Los poetas del mundo
tomamos como ejemplo al Cristo de los Evangelios, y marcharemos junto a los
Pueblos cuando despierten y griten « ¡Basta!», y echen a los mercaderes del
Templo.
El
Templo del siglo XXI ya no está
en Jerusalén: es la propia Humanidad encadenada y utilizada como hiedra
enmohecida. « ¡Basta!»: Basta de seres humanos condenados y agradecidos de ser
sometidos a las sombras.
15. Los poetas del mundo nos comprometemos
al amor.
Porque tenemos la certeza de que ya no
se vive el amor en los tiempos del cólera, sino la cólera despojada de todo
amor. Y que por el sexo sin alma, ni vida, ni albores que nos rodea
¾virtual,
incoloro, inodoro e insípido¾ , el
Eros terminó en mera gestualidad patética y olvidó toda trascendencia.
El deseo
pasó a los objetos de consumo y se consumió en ellos. Renunció al deleite de
la comunión de cuerpos, almas y mentes, y convirtió al mundo en un «no lugar»
deserotizado, con hombres y mujeres librados al consumo de su propia soledad.
Nosotros
decimos « ¡Basta!» a este «hoy» deserotizado del mundo, donde cada «yo» es una
mónada sin ventanas desde la cual nadie puede comunicarse con nadie. En esta
compra-venta «global» donde también el amor es una mercancía, es hora de decir
¾otra vez
con Marcuse¾ que la
llamada «Revolución Sexual», que por fin iba a liberarnos y entregarnos
la
Felicidad, se convirtió finalmente en la «Revolución de los
Negocios».
La
Belleza es
nuestro deber.
16. Un mundo sin amor es un mundo sin
poesía. Si John Donne, Paul Eluard, Julio Cortázar, Paul Celan, García Lorca,
Miguel Hernández, Nazim Hikmet o Robert Desnos resucitaran en este siglo
«cambalache», continuación y superación insuperable del «cambalache» anterior,
no escribirían, sin embargo, poemas ajenos al erotismo ni a la excelsitud del
amor. Y nosotros, poetas del mundo situados en la más dramática encrucijada de
dos siglos, levantamos sus antorchas y tratamos desesperadamente de reerotizar
el mundo, desde y con nuestra Poesía.
17. «No son restos, son semillas», dijo
Tencha Bussi, frente a los «restos» de
su amadísimo hombre y esposo, Salvador Allende.
Y nosotros, poetas
del mundo, nos comprometemos en la esperanza,
en la lucha celeste y en la
siembra. Para poder decir un día:
* «Cumplimos. Hemos ?matado?, con palabras, a los
Asesinos».
* «Las
semillas dieron sus frutos y petrificaron guadañas, para que nunca más haya
mártires. Nunca. Nunca. ¡Nunca Más!»
* « ¡He
aquí
Por
fin
El tiempo de
los que aman!»
[«...
y aun cuando el rebaño pudiera vivir amordazado, aun cuando algunos toleraran
o acaso prefirieran la discreción, él, Sócrates, no imaginaba siquiera un
mundo hecho de silencios, un mundo sin la palabra que despierta, que aviva,
que estimula, un mundo en que no existieran los versos de Homero ni las
tragedias de Eurípides ni las historias de Heródoto. No imaginaba un mundo
ayuno de voces y palabras, pues la palabra era como el antiguo fuego que
Prometeo había robado a los dioses; la palabra otorgaba sentido al hombre y le
confería un aura sagrada, casi divina, y sin ella quedaba reducido a una mera
criatura salvaje y sentenciada a errar por el mundo como una sombra».
Ibídem.]
Buenos
Aires, 21 de noviembre de 2005
Para adherir al
Manifiesto,
por favor envía un
mensaje a: manifiesto@cristinacastello.com
completando los
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Te sugiero leas el "Manifiesto":
www.cristinacastello.com/espanol/manifiesto.html
y adhieras por email, si estás de acuerdo
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02/02/2006