Heterodoxia
El término heterodoxia, de origen griego hace referencia a la cualidad del heterodoxo, el cual está disconforme con el dogma de una religión.[1] Por heterodoxia también se entiende la doctrina u opinión que no está de acuerdo con la sustentada por la mayor parte de un grupo (que constituiría el dogma, 'statu quo' o posición ortodoxa) y, en especial, la que aparece ante la gran mayoría como disidente, herética, extraña o insólita, o incluso apartada de lo aceptable y reprobada.
En las sociedades intolerantes, con menor libertad de conciencia, donde existen opiniones obligatorias o dogmas, la heterodoxia es castigada y quienes la sustentan son marginados, expulsados de la sociedad o eliminados. Sus opiniones son ninguneadas o censuradas. En el ámbito religioso dogmático se denomina herejía, y en cierto sentido próximo a este la utiliza el famoso pensador y erudito católico español decimonónico Marcelino Menéndez Pelayo en su Historia de los heterodoxos españoles, donde analiza la doctrina e ideología de los pensadores, herejes o heresiarcas que se han apartado de la tradición cultural española, que este autor identifica con la postulada por el Papa y la Iglesia católica.
Por otra parte, en sociología, la heterodoxia viene a constituirse en un factor enriquecedor, dinamizador y renovador de la sociedad y posee un valor constructivo diferente al de la simple anomia, que viene a ser la vertiente destructiva de la heterodoxia al impedir el consenso, la gobernabilidad y la cohesión social.