Esta página está dedicada a exponer con comentarios mis
poemas favoritos de Luis de Góngora. En general mis comentarios
se reducen a poco más que lo
imprescindible para comprender plenamente los textos (o, al menos,
hasta donde yo los entiendo.) La única excepción
sistemática está en los comentarios a la Fábula de
Polifemo y Galatea, en la que he tratado de explicar en qué
consiste, desde mi punto de vista, la belleza y la genialidad del
estilo de Góngora, tan incomprendido por tantos.
El
retrato al
que alude el soneto se ha perdido. Sólo se conserva una
reproducción en la portada de un manuscrito. La imagen de la
izquierda es un cuadro atribuido a Velázquez.
LAS
FIRMEZAS DE
ISABELA (1610)
Es la primera obra de teatro escrita por
Góngora.
Se trata de una comedia en tres actos con un intrincado argumento
minuciosamente
diseñado hasta el último detalle, el cual no se expone en
un orden lineal manipulado para que el espectador reciba la
información
en un orden lógico, sino que la trama se desarrolla en un orden
natural, de modo que algunos comentarios no se entienden hasta que no
se
dispone de más información, el espectador oye ciertas
conversaciones
y otras no, etc. Además la obra respeta la norma clásica
según la cual toda la acción debe transcurrir en menos de
un día. Los sucesos empiezan en realidad dos años antes
del
momento en que se alza el telón, y los antecedentes se van
conociendo
paulatinamente a lo largo de la representación. Dada la
complejidad
del argumento y de la exposición, sería recomendable que
el lector leyera primero esta descripción de los personajes y de
los
antecedentes indicados.
A continuación
presentamos
algunos de los poemas mayores, comentados fragmento a
fragmento. Aquellas palabras poco corrientes
o que están usadas en un sentido distinto del habitual aparecen
en
rojo.
Poniendo el cursor sobre ellas aparece su definición en una
nota. Además, cada
fragmento
está acompañado de una
prosificación
en la que aclara la estructura sintáctica, unas
notas
en las que se explican las alusiones mitológicas,
geográficas,
literarias, etc., unas
observaciones
en las que se aclaran las dificultades sintácticas, las
metáforas,
así como cualquier otro aspecto dudoso y, finalmente, unos
comentarios
en los que se destacan los aspectos más interesantes del texto.
FÁBULA
DE
POLIFEMO Y GALATEA (1612)
Aquí hay una descripción general de su
argumento
junto con algunos comentarios. Incluyo también un ensayo que
escribí
hace algún tiempo sobre la
lógica
en la poesía de Góngora, que gira alrededor de unos
versos
de la fábula. (Está escrito pensando en lectores
matemáticos,
pero haciendo caso omiso de algunas comparaciones secundarias
cualquiera
puede seguirlo.) La fábula consta de sesenta octavas reales,
precedidas
de otras tres con la dedicatoria del poema al conde de Niebla.
SOLEDADES
(1613)
Habría sido el mejor poema jamás
compuesto
si Góngora lo hubiese terminado. Al parecer, el proyecto
debía
desarrollarse en cuatro poemas, cuatro silvas, de las que
Góngora
sólo llegó a completar la primera y casi acabó la
segunda. Una silva es una sucesión de versos
endecasílabos
y heptasílabos combinados a gusto del poeta, así que no
hay
estrofas. La soledad primera consta de 1.091 versos, más otros
37
que forman la dedicatoria al duque de Béjar. Aquí los
presento
divididos aproximadamente a razón de una o dos frases por
página.
Quizá el lector prefiera leer primero este resumen del
argumento,
acompañado de algunos comentarios.
FÁBULA
DE
PÍRAMO Y TISBE (1618)
Es la última gran obra de Góngora, el
único
poema burlesco entre sus obras mayores, en el que se parodia
magistralmente
a sí mismo. Es un romance de 508 versos con rima en u-o (una de
las más difíciles). Aquí resumo el
argumento
junto con algunos comentarios.