de soledad no existe aquí. Yo necesito estar solo cuando trabajo pero, por otro lado, mees agradable venir a esta plaza, sentarme en el Café Matich y encontrarme a los músicos
gnawa
y a los amigos.
P.: En una ocasión dijo que se encontraba mejor entre gente analfabeta que burguesa.
R.: Sí, es la verdad, aunque no necesariamente analfabeta. Le puedo presentar unaserie de personas en la plaza de Djama
ʼ
al Fanâ
ʼ
que tienen una avidez de conocimientoso una cultura literaria que en Europa, hoy en día, es difícil de encontrar fuera de losmedios intelectuales. Hay un camarero, dos o tres peluqueros, unos chicos que vendenen el bazar, uno que trabaja en un
hammâm
, etcétera, que cada vez que llega la revistaliteraria Al Karmel la devoran. Toda esta gente que realiza un trabajo humilde hablaconmigo de literatura. Ahora por ejemplo, han leído el libro de Canetti
Las voces de Marraquech
.
P.: Las sociedades tradicionales disponen de unos mecanismos para integrar o curar a las personas que no se adaptan a la sociedad como el zar egipcio o las
leylas
de Marruecos.
R.: Ibn
ʻ
Arabî, el autor árabe que más admiro, considera a los perturbadores (
bahâlîl
)como tocados de alguna manera por la gracia divina, seres razonables pero sin razón, ylos incluye en la categoría de los santos. Dentro de las categorías de santidad en el islam,coloca en primer lugar a la
malâma
, aquellos que, para dominar su orgullo y mantenersecreta su piedad, beben alcohol en público y practican aquellas cosas que chocan a lagente. Hay un texto muy bello de uno de los observantes de la
malâmatiyya
, que dice: “Sise produce un robo, ponte en tal situación que parezcas el culpable del mismo”. Esteconcepto se aplica maravillosamente a la moral de Genet con su reivindicación del robo,de la traición, de la homosexualidad, de todo lo que choca a las mentes bien pensantes.Volviendo al tema de la locura, aquí a nadie se le ocurriría encerrar a un perturbado sino es peligroso, porque la sociedad es mucho más tolerante. En la historia ha habido
69Mil y una Voces
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