ME LLAMO Gavalia, soy el Jefe de las
Estrellas Vespertinas de Nebadon, y he sido asignado a Urantia por
Gabriel, para la revelación de la historia de los siete
autootorgamientos del Soberano del Universo, Micael de Nebadon. Al
hacer esta presentación, me adhiero estrictamente a las limitaciones
impuestas por mi comisión.
El atributo de
autootorgamiento es inherente a los Hijos Paradisiacos del Padre
Universal. En su deseo de acercarse a las experiencias de vida de
sus criaturas vivientes subordinadas, las varias órdenes de Hijos
del Paraíso reflejan la naturaleza divina de sus padres
Paradisiacos. El Hijo Eterno de la Trinidad del Paraíso marcó el
camino de esta práctica, habiéndose autootorgado siete veces en los
siete circuitos de Havona durante los tiempos de la ascensión de
Grandfanda y los primeros peregrinos del tiempo y del espacio. Y el
Hijo Eterno continúa autootorgándose en los universos locales del
espacio en la persona de sus representantes, los Hijos Micael y
Avonal.
Cuando el Hijo
Eterno otorga a un Hijo Creador a un universo local proyectado, ese
Hijo Creador asume completa responsabilidad para que se complete,
controle y componga ese nuevo universo, incluyendo el juramento
solemne a la Trinidad eterna de no asumir la plena soberanía de la
nueva creación hasta no completar con éxito sus siete
autootorgamientos en forma de criaturas y que éstos hayan sido
certificados por los Ancianos de los Días del superuniverso
correspondiente. Todos los Hijos Micael que se ofrecen como
voluntarios para salir del Paraíso y ocuparse de la organización y
creación de un universo, asumen esta obligación.
El propósito
de estos autootorgamientos en forma de las criaturas consiste en
permitir que dichos Creadores se tornen soberanos sabios,
compasivos, justos y comprensivos. Estos Hijos divinos son
innatamente justos, pero se vuelven comprensivamente misericordiosos
como resultado de estas experiencias sucesivas de autootorgamiento;
son por naturaleza misericordiosos, pero estas experiencias los
tornan misericordiosos en formas nuevas y adicionales. Estos
autootorgamientos constituyen el último paso en su instrucción y
capacitación para la tarea sublime de gobierno de los universos
locales en la justicia divina y por rectitud de juicio.
Aunque se
acumulan numerosos beneficios incidentales en los varios mundos,
sistemas y constelaciones, así como también para las diferentes
órdenes de inteligencias universales afectadas y beneficiadas por
estos autootorgamientos, éstos tienen el objetivo principal de
completar la capacitación personal y el adiestramiento universal de
un Hijo Creador. Estos autootorgamientos no son esenciales para la
gestión sabia, justa y eficaz de un universo local, pero son
absolutamente necesarios para una administración imparcial,
misericordiosa y comprensiva de dicha creación, en la que pululan
distintas formas de vida y miríadas de criaturas inteligentes pero
imperfectas.
Los Hijos
Micael comienzan su trabajo de organización universal con plena y
justa comprensión de las varias órdenes de seres que han creado.
Tienen vastas
Página 1309
reservas de misericordia para todas estas
criaturas diferentes, aun piedad por aquellos que erran y se
empantanan en el lodo egoísta que ellos mismos producen. Pero dichas
dotes de justicia y rectitud no serán suficientes en la estimación
de los Ancianos de los Días. Estos gobernantes triunos de los
superuniversos jamás certificarán a un Hijo Creador como Soberano
Universal hasta que éste no haya realmente adquirido el punto de
vista de sus propias criaturas mediante una experiencia real en el
medio ambiente en el que existen y como una de estas mismas
criaturas. De esta manera estos Hijos se vuelven gobernantes
inteligentes y comprensivos; llegan a
conocer los varios
grupos sobre los que gobiernan y ejercen autoridad universal.
Mediante la experiencia viviente, adquieren misericordia práctica,
juicio recto y la paciencia nacida de la existencia experiencial
como criatura.
El universo
local de Nebadon está actualmente gobernado por un Hijo Creador que
ha completado sus autootorgamientos; reina en supremacía justa y
misericordiosa sobre todos los vastos reinos de su universo en
evolución y en perfeccionamiento. Micael de Nebadon es el
otorgamiento 611.121 del Hijo Eterno para los universos del tiempo y
del espacio, y comenzó la organización de vuestro universo local
unos cuatrocientos mil millones de años atrás. Micael se preparó
para su primera aventura de autootorgamiento alrededor de la época
en que Urantia estaba adoptando su forma presente, hace mil millones
de años. Sus autootorgamientos han ocurrido aproximadamente cada
ciento cincuenta millones de años, habiendo tomado lugar el último
en Urantia mil novecientos años atrás. Ahora procederé a revelar la
naturaleza y carácter de estos autootorgamientos, tan plenamente
como mi comisión lo permite.
1. EL PRIMER AUTOOTORGAMIENTO
Fue una
ocasión solemne en Salvington casi mil millones de años atrás cuando
los directores y jefes reunidos del universo de Nebadon oyeron a
Micael anunciar que su hermano mayor, Emanuel, asumiría pronto la
autoridad en Nebadon mientras él (Micael) se ausentaba en una misión
no explicada. No se hizo ningún otro anuncio relativo a esta
transacción, excepto que la transmisión de despedida a los Padres de
la Constelación, entre otras instrucciones, decía: «Y durante este
período os pongo al cuidado y protección de Emanuel, mientras yo
cumplo el mandato de mi Padre en el Paraíso».
Después de
enviar su transmisión de despedida, Micael apareció en el campo de
despacho de Salvington, así como lo había hecho en muchas ocasiones
previas al prepararse para partir hacia Uversa o al Paraíso, excepto
que esta vez se presentó solo. Concluyó su declaración de partida
con estas palabras: «Os dejo por una corta temporada. Muchos de
vosotros, lo sé, querrían ir conmigo, pero allí donde voy, vosotros
no podéis venir. Lo que estoy por hacer, vosotros no lo podéis
hacer. Yo voy para hacer la voluntad de las Deidades del Paraíso, y
cuando haya completado mi misión y haya adquirido esta experiencia,
volveré a ocupar mi sitio entre vosotros». Habiendo hablado así,
Micael de Nebadon se desvaneció de la vista de todos los que estaban
allí reunidos y no volvió a aparecer durante veinte años de tiempo
estándar. En todo Salvington, tan sólo la Ministra Divina y Emanuel
sabían lo que estaba ocurriendo, y el Unión de los Días compartía su
secreto tan sólo con el ejecutivo en jefe del universo, Gabriel, la
Brillante Estrella Matutina.
Todos los
habitantes de Salvington y aquellos que residían en los mundos sedes
de las constelaciones y de los sistemas se reunieron en sus
respectivas estaciones de recepción para escuchar la inteligencia
universal, esperando recibir alguna noticia sobre la misión y las
andanzas del Hijo Creador. No fue hasta el tercer día después de la
partida de Micael hasta que se recibió un mensaje posiblemente
significa-
Página 1310
tivo. En este día se registró una
comunicación en Salvington desde la esfera Melquisedek, la sede de
esa orden en Nebadon, que simplemente registraba esta transacción
extraordinaria y jamás oída anteriormente: «Hoy al mediodía apareció
en el campo de recepción de este mundo un extraño Hijo Melquisedek,
que no pertenece a nuestras filas pero que es totalmente igual a
nuestra orden. Venía acompañado de un omniafín solitario que traía
credenciales desde Uversa y presentó órdenes dirigidas a nuestro
jefe, derivadas de los Ancianos de los Días y certificadas por
Emanuel de Salvington, instruyendo que este nuevo Hijo Melquisedek
fuera recibido en nuestra orden y asignado al servicio de urgencia
de los Melquisedek en Nebadon. Así como fue ordenado, así lo
hicimos».
Esto es
prácticamente todo lo que aparece en los registros de Salvington
relativo al primer autootorgamiento de Micael. Nada más aparece
hasta cien años más tarde, medidos en tiempo de Urantia, cuando se
registra el hecho del retorno de Micael, que vuelve a tomar sin
anuncio previo, la dirección de los asuntos del universo. Pero se
encuentra un registro extraño en el mundo Melquisedek, una narración
del servicio de este singular Hijo Melquisedek del cuerpo de
urgencia de esa época. Este registro se preserva en un sencillo
templo que ocupa ahora la parte de adelante del hogar del Padre
Melquisedek, y comprende el relato del servicio de este Hijo
Melquisedek transitorio en relación con su asignación a veinticuatro
misiones de urgencia en el universo. Y este registro, que tan
recientemente he repasado, concluye así:
«Al mediodía
de este día, sin previo anuncio y presenciado tan sólo por tres de
nuestra fraternidad, este Hijo visitante de nuestra orden
desapareció de nuestro mundo así como había llegado, acompañado tan
sólo por un omniafín solitario; este expediente ha sido cerrado con
la certificación de que este visitante vivió como un Melquisedek, en
semejanza de Melquisedek trabajó como un Melquisedek, y realizó
fielmente todas sus asignaciones como Hijo de urgencia de nuestra
orden. Por consentimiento universal se ha tornado jefe de los
Melquisedek, habiéndose ganado nuestro amor y adoración por su
sabiduría incomparable, amor supremo y extraordinaria devoción al
deber. El nos amó, nos comprendió y sirvió con nosotros, y por
siempre seremos sus compañeros Melquisedek leales y devotos, pues
este extraño en nuestro mundo se ha vuelto ahora eternamente un
ministro universal de naturaleza Melquisedek».
Esto es todo
cuanto se me permite deciros sobre el primer autootorgamiento de
Micael. Nosotros, por supuesto, comprendemos plenamente que este
extraño Melquisedek que tan misteriosamente sirviera con los
Melquisedek mil millones de años atrás, no era otro sino el Micael
encarnado, en la misión de su primer autootorgamiento. Los registros
no declaran específicamente que este Melquisedek único y eficiente
era Micael, pero se cree universalmente que así fue. Probablemente
no se puede encontrar la declaración de este hecho fuera de los
registros de Sonarington, y los registros de ese mundo secreto no
están abiertos para nosotros. Sólo en este mundo sagrado de los
Hijos divinos se conocen plenamente los misterios de la encarnación
y el autootorgamiento. Todos conocemos los hechos de los
autootorgamientos de Micael, pero no comprendemos de qué manera se
realizan. No sabemos cómo el gobernante de un universo, el creador
de los Melquisedek, puede tan repentina y misteriosamente volverse
uno de ellos, y como uno de ellos, puede vivir y trabajar como un
Hijo Melquisedek por cien años. Pero eso fue lo que ocurrió.
2. EL SEGUNDO
AUTOOTORGAMIENTO
Durante casi
ciento cincuenta millones de años después del autootorgamiento
Melquisedek de Micael, todo anduvo bien en el universo de Nebadon,
hasta que
Página 1311
comenzaron a producirse ciertos problemas en
el sistema 11 de la constelación 37. Estos problemas comprendían un
mal entendido por parte de un Hijo Lanonandek, un Soberano del
Sistema, que había sido juzgado por los Padres de la Constelación y
su fallo aprobado por el Fiel de los Días, el consejero del Paraíso
para esa constelación; pero el Soberano del Sistema que protestaba
no estaba plenamente reconciliado con el veredicto. Después de más
de cien años de insatisfacción, condujo a sus asociados a una de las
rebeliones más vastas y desastrosas contra la soberanía del Hijo
Creador jamás instigada en el universo de Nebadon, una rebelión que
desde hace mucho tiempo los Ancianos de los Días en Uversa,
adjudicaron y terminaron.
Este Soberano
del Sistema rebelde, Lutentia, reinó supremo en su planeta sede
central por más de veinte años de tiempo nebadónico estándar; en ese
momento, los Altísimos, con aprobación de Uversa, ordenaron su
segregación y solicitaron a los gobernantes de Salvington que
designaran a un nuevo Soberano del Sistema para que asumiese la
dirección de ese sistema de mundos habitados confuso y destrozado
por las luchas.
Simultáneamente con la recepción de esta solicitud
en Salvington, Micael inició la segunda de esas extraordinarias
proclamaciones de intención de ausentarse de la sede central del
universo con el fin de «hacer el mandato de mi Padre del Paraíso»,
prometiendo «retornar al tiempo adecuado» y concentrando toda
autoridad en las manos de su hermano del Paraíso, Emanuel, el Unión
de los Días.
Luego,
mediante la misma técnica observada al tiempo de su partida en
relación con el autootorgamiento Melquisedek, Micael nuevamente se
despidió de su esfera sede central. Tres días después de esta
partida inexplicada apareció entre el cuerpo de reserva de los Hijos
primarios Lanonandek de Nebadon, un nuevo miembro desconocido. Este
nuevo Hijo apareció al mediodía, sin anuncio previo y acompañado por
un solo terciafín que llevaba credenciales de los Ancianos de los
Días de Uversa, certificadas por Emanuel de Salvington, ordenando
que este nuevo Hijo fuera asignado al sistema 11 de la constelación
37 como sucesor del depuesto Lutentia y con plena autoridad como
Soberano del Sistema interino hasta el nombramiento de un nuevo
soberano.
Por más de
diecisiete años de tiempo del universo este extraño y desconocido
gobernante provisional administró los asuntos y adjudicó sabiamente
las dificultades de este confuso y desmoralizado sistema local.
Ningún Soberano del Sistema fue jamás amado más ardientemente, ni
honrado y respetado más ampliamente. Con justicia y misericordia
este nuevo gobernante calmó el turbulento sistema, ordenándolo
mientras ministraba con gran cuidado a todos sus sujetos, aun
ofreciendo a su predecesor rebelde el privilegio de compartir el
trono de autoridad del sistema si tan sólo le pedía perdón a Emanuel
por sus indiscreciones. Pero Lutentia despreció estos ofrecimientos
misericordiosos, sabiendo bien que este nuevo y extraño Soberano del
Sistema no era sino Micael, el gobernante mismo del universo a quien
tan recientemente había desafiado. Pero millones de sus seguidores
desviados e ilusos aceptaron el perdón de este nuevo gobernante,
conocido en aquella edad como el Soberano Salvador del sistema de
Palonia.
Luego llegó
ese día pletórico en el cual llegó el Soberano del Sistema recién
nombrado, designado por las autoridades universales como sucesor
permanente del depuesto Lutentia, y toda Palonia lamentó la partida
del más noble y más benigno gobernante del sistema que Nebadon había
conocido jamás. Era amado por todo el sistema y adorado por sus
semejantes de todos los grupos de los Hijos Lanonandek. Su partida
no fue sin ceremonias; se organizó una gran celebración cuando
partió de la sede central del sistema. Aun su predecesor errado
envió este mensaje: «Justo y recto eres tú en todas tus acciones.
Aunque sigo rechazando la regla
Página 1312
del Paraíso, me veo obligado a confesar que
tú eres un administrador justo y misericordioso».
Entonces este
gobernante transitorio de un sistema rebelde, se despidió del
planeta de su corta estadía administrativa, y al tercer día después
de esto Micael apareció en Salvington y volvió a tomar la dirección
del universo de Nebadon. Poco después siguió la tercera proclamación
de Uversa sobre la jurisdicción en aumento de la soberanía y
autoridad de Micael. Hizo la primera proclamación al tiempo de su
llegada a Nebadon; la segunda la emitió poco después de que
completara su autootorgamiento Melquisedek, y ahora la tercera sigue
a la terminación de la segunda misión, o misión Lanonandek.
3. EL TERCER AUTOOTORGAMIENTO
El consejo
supremo de Salvington acababa de considerar la solicitud de los
Portadores de Vida en el planeta 217 del sistema 87 de la
constelación 61 en el sentido de que se enviara la ayuda de un Hijo
Material. Este planeta estaba ubicado en un sistema de mundos
habitados donde otro Soberano del Sistema se había descarriado, la
segunda de estas rebeliones en todo Nebadon hasta ese momento.
A pedido de
Micael, se postergó la acción relativa a la solicitud de los
Portadores de Vida de este planeta hasta que fuera considerada y
juzgada por Emanuel. Éste era un procedimiento irregular, y bien
recuerdo que todos anticipamos algo fuera de lo común, y no tuvimos
que esperar demasiado. Micael delegó la dirección del universo en
las manos de Emanuel, confiando al mismo tiempo el mando de las
fuerzas celestiales a Gabriel; habiendo así dispuesto de sus
responsabilidades administrativas, se despidió del Espíritu Materno
del Universo y desapareció del campo de despacho de Salvington
precisamente como lo había hecho en las dos ocasiones
previamente.
Como era de
esperarse, al tercer día desde este acontecimiento apareció, sin
anuncio, en el mundo sede central del sistema 87 de la constelación
61, un extraño Hijo Material, acompañado por un solo seconafín,
acreditado por los Ancianos de los Días de Uversa y certificado por
Emanuel de Salvington. Inmediatamente el Soberano del Sistema
interino nombró a este nuevo y misterioso Hijo Material como
Príncipe Planetario interino del mundo 217, e inmediatamente los
Altísimos de la constelación 61 confirmaron esta designación.
De este modo
este Hijo Material único comenzó su difícil carrera en un mundo de
secesión, rebelión y en cuarentena, ubicado en un sistema sitiado,
sin comunicación directa alguna con el universo exterior, trabajando
a solas durante una entera generación de tiempo planetario. Este
Hijo Material de urgencia logró conseguir el arrepentimiento y la
reclamación del incumplido Príncipe Planetario y de su entero
séquito y presenció la restauración del planeta al servicio leal de
la ley del Paraíso tal como estaba establecida en los universos
locales. A su debido tiempo, llegaron un Hijo y una Hija Materiales
a este mundo rejuvenecido y redimido, y después de haber sido
nombrados debidamente como gobernantes planetarios visibles, el
Príncipe Planetario transitorio o de urgencia se despidió
formalmente, desapareciendo cierto día al mediodía. Al tercer día
posteriormente, Micael volvió a aparecer en su lugar acostumbrado en
Salvington, y muy pronto las transmisiones del superuniverso
difundieron la cuarta proclamación de los Ancianos de los Días
anunciando el avance ulterior de la soberanía de Micael en
Nebadon.
Lamento no
tener permiso para narrar la paciencia, fuerza de carácter y pericia
con la cual este Hijo Material se enfrentó a las difíciles
situaciones de este confuso
Página 1313
planeta. La reclamación de este mundo
aislado es uno de los capítulos más hermosamente conmovedores en los
anales de la salvación de todo Nebadon. A fines de esta misión todo
Nebadon comprendió por qué su amado gobernante elegía embarcarse en
estos autootorgamientos repetidos a semejanza de alguna orden
subordinada de seres inteligentes.
Los
autootorgamientos de Micael como Hijo Melquisedek, luego como Hijo
Lanonandek y luego como Hijo Material son igualmente misteriosos y
desafían explicaciones. En cada caso apareció
repentinamente
y como individuo plenamente desarrollado del grupo de
autootorgamiento. El misterio de dichos autootorgamientos jamás será
conocido excepto por parte de los que tienen acceso al círculo
interior de los registros en la sagrada esfera de Sonarington.
Nunca, desde
este maravilloso autootorgamiento como Príncipe Planetario de un
mundo en aislamiento y rebelión, han caído los Hijos o Hijas
Materiales de Nebadon en la tentación de quejarse de sus
asignaciones o encontrar falla en las dificultades de sus misiones
planetarias. Por siempre los Hijos Materiales saben que en el Hijo
Creador del universo cuentan con un soberano comprensivo y un amigo
compasivo, con alguien que ha «sido probado y comprobado en todos
los aspectos», así como ellos mismos también deben ser
probados.
Cada una de
estas misiones fue seguida por una edad de servicio en aumento y
mayor lealtad entre todas las inteligencias celestiales de origen
universal, mientras que cada era sucesiva de autootorgamiento se
caracterizó por avance y mejora en todos los métodos de
administración universal y en todas las técnicas de gobierno. Desde
este autootorgamiento ningún Hijo o Hija Material jamás se ha unido
con conocimiento de causa, a una rebelión contra Micael; ellos le
aman y respetan con gran devoción como para jamás rechazarlo
conscientemente. Tan sólo a través de engaños y sofismas han llegado
los Adanes de tiempos recientes a ser desviados por tipos más
elevados de personalidades rebeldes.
4. EL CUARTO AUTOOTORGAMIENTO
Fue al final
de una de las veces en que se llama lista periódica milenaria en
Uversa cuando Micael confió el gobierno de Nebadon a Emanuel y
Gabriel; y naturalmente, recordando lo que había sucedido en tiempos
pasados después de dicha acción, todos nos preparamos para
presenciar la desaparición de Micael en su cuarta misión de
autootorgamiento, y no tuvimos que esperar mucho puesto que poco
después se dirigió al campo de despacho de Salvington y desvaneció
de nuestra vista.
Al tercer día
después de esta desaparición autootorgadora observamos, en las
emisiones universales de Uversa, esta significativa noticia
proveniente de la sede central seráfica de Nebadon: «Informamos de
la llegada sin anuncio de un serafín desconocido, acompañado por un
supernafín solitario y por Gabriel de Salvington. Este serafín no
registrado califica en la orden de Nebadon y lleva credenciales de
los Ancianos de los Días de Uversa, certificadas por Emanuel de
Salvington. Este serafín responde a las pruebas demostrando que
pertenece a la orden suprema de los ángeles de un universo local y
se le asigna al cuerpo de los asesores de la enseñanza».
Micael estuvo
ausente de Salvington durante este autootorgamiento seráfico por un
período de más de cuarenta años estándar del universo. Durante este
período sirvió de asesor seráfico de enseñanza, lo que podríais
denominar secretario privado, asignado a veintiséis distintos
instructores decanos que funcionaban en veintidós mundos diferentes.
Su asignación última o terminal fue como consejero
Página 1314
y asistente de una misión de
autootorgamiento de un Hijo Instructor Trinitario en el mundo 462
del sistema 84 de la constelación 3 en el universo de Nebadon.
Nunca, a
través de los siete años de esta asignación, estuvo este Hijo
Instructor Trinitario plenamente persuadido de la identidad de su
asociado seráfico. Es verdad que durante aquella edad se
consideraban a todos los serafines con particular interés y
escrutinio. Sabíamos plenamente que nuestro amado Soberano estaba de
viaje en el universo, bajo la guisa de un serafín, pero no podíamos
nunca estar seguros de su identidad. No fue jamás identificado
positivamente hasta el momento de su asignación a la misión de
autootorgamiento de este Hijo Instructor Trinitario. Pero siempre a
lo largo de esta era todos los serafines supremos eran considerados
con solicitud especial, por si uno de nosotros pudiera encontrarse
con que había sido, sin saberlo, anfitrión del Soberano del universo
en misión de autootorgamiento en la forma de una criatura. Y se ha
vuelto verdad para siempre, en cuanto se refiere a los ángeles, que
su Creador y Gobernante ha sido «probado y comprobado en todos los
aspectos a semejanza de la personalidad seráfica».
A medida que
estos autootorgamientos sucesivos compartían cada vez más de la
naturaleza de las formas más bajas de la vida universal, Gabriel se
volvió cada vez más un asociado de estas aventuras de encarnaciones
actuando como enlace universal entre el Micael autootorgado y
Emanuel el gobernante interino del universo.
Ya ha pasado
Micael a través de la experiencia autootorgadora de tres órdenes de
sus Hijos universales creados: los Melquisedek, los Lanonandek y los
Hijos Materiales. Luego condesciende en personalizarse en la
semejanza de la vida angélica de un serafín supremo antes de volver
su atención a las varias fases de las carreras ascendentes de la
forma más baja de las criaturas volitivas: los mortales
evolucionarios del tiempo y del espacio.
5. EL QUINTO AUTOOTORGAMIENTO
Poco más de
trescientos millones de años atrás, según se mide el tiempo en
Urantia, presenciamos otra de esas transferencias de autoridad
universal a Emanuel y observamos las preparaciones de Micael para la
partida. Esta ocasión fue distinta de las anteriores en cuanto
anunció que su destino era Uversa, sede central del superuniverso de
Orvonton. A su debido tiempo nuestro Soberano partió, pero las
transmisiones del superuniverso no mencionaron en ningún momento la
llegada de Micael a las cortes de los Ancianos de los Días. Poco
después de su partida de Salvington apareció en las emisoras de
Uversa esta declaración significativa: «Hoy llegó sin anuncio y sin
número un peregrino ascendente de origen mortal del universo de
Nebadon, certificado por Emanuel de Salvington y acompañado por
Gabriel de Nebadon. Este ser no identificado demuestra ser un
verdadero espíritu y ha sido recibido en nuestra fraternidad».
Si fuerais a
visitar Uversa hoy, oiríais el relato de los días en que Eventod se
quedó allí, este particular peregrino desconocido del tiempo y del
espacio que con ese nombre se conoció en Uversa. Y este mortal
ascendente, por lo menos una maravillosa personalidad en semejanza
exacta de la etapa espiritual de los mortales ascendentes, vivió y
funcionó en Uversa por un período de once años del tiempo estándar
de Orvonton. Este ser recibió las asignaciones y llevó a cabo los
deberes de un mortal espiritual en común con sus semejantes
provenientes de los varios universos locales de Orvonton. Él «fue
probado y comprobado en todos los aspectos, así como sus
semejantes», y en todas las ocasiones se demostró merecedor de la
confianza y fe de sus superiores, mereciendo al mismo tiempo
infaliblemente el respeto y la admiración leal de los espíritus sus
semejantes.
Página 1315
En Salvington
seguimos la carrera de este espíritu peregrino con gran interés,
sabiendo muy bien, por la presencia de Gabriel, que este peregrino
sin número y sin pretensiones no era sino el gobernante
autootorgador de nuestro universo local. Esta primera aparición de
Micael en el papel de una etapa de la evolución mortal fue un
acontecimiento que emocionó y cautivó a todo Nebadon. Habíamos oído
de tales cosas y ahora las contemplamos. Apareció en Uversa como un
espíritu mortal plenamente desarrollado y perfectamente capacitado
y, como tal, continuó su carrera hasta la ocasión del avance de un
grupo de mortales ascendentes a Havona; en ese momento se comunicó
con los Ancian os de los Días e inmediatamente, en compañía de
Gabriel, se despidió repentinamente y sin ceremonias de Uversa,
apareciendo poco después en su lugar acostumbrado en
Salvington.
No fue sino
hasta que se completó este autootorgamiento hasta que finalmente
comprendimos que Micael probablemente se encarnaría a semejanza de
sus varias órdenes de personalidades del universo, desde los más
elevados Melquisedek hasta los más inferiores mortales de carne y
hueso en los mundos evolucionarios del tiempo y del espacio.
Alrededor de esta época los colegios Melquisedek comenzaron a
enseñar la probabilidad de la encarnación futura de Micael como
mortal de la carne, y hubo muchas especulaciones en cuanto a la
posible técnica de tal inexplicable autootorgamiento. El hecho de
que Micael había actuado personalmente el papel de un mortal
ascendente prestó nuevo y adicional interés a todo el esquema de la
progresión de la criatura hacia arriba a través del universo local y
del superuniverso.
Sin embargo,
la técnica de estos autootorgamientos sucesivos seguía siendo un
misterio. Aun Gabriel confiesa que no comprende el método por el
cual este Hijo del Paraíso y Creador del universo podía, por su
voluntad, tomar la personalidad y vivir la vida de una de sus
propias criaturas subordinadas.
6. EL SEXTO AUTOOTORGAMIENTO
Estando todo
Salvington ya familiarizado con los preliminares de un
autootorgamiento inminente, Micael reunió a los residentes del
planeta sede central y, por primera vez, reveló el resto de su plan
de encarnaciones, anunciando que pronto saldría de Salvington con el
propósito de asumir la carrera de un mortal morontial en las cortes
de los Padres Altísimos en el planeta sede central de la quinta
constelación. Luego oímos por primera vez el anuncio de que su
séptimo y final autootorgamiento se realizaría, en semejanza de la
carne mortal, en algún mundo evolucionario.
Antes de salir
de Salvington para su sexto autootorgamiento Micael dirigió la
palabra a los habitantes reunidos de la esfera y partió a plena
vista de todos ellos, acompañado por un solo serafín y por la
Estrella Brillante Matutina de Nebadon. Aunque la dirección del
universo se había confiado nuevamente a Emanuel, hubo una
distribución más amplia de las responsabilidades
administrativas.
Micael
apareció en la sede central de la constelación cinco como un
completo mortal morontial de estado ascendente. Lamento que se me
haya prohibido revelaros los detalles de esta carrera mortal
morontial sin número, pero fue una de las épocas más extraordinarias
y sorprendentes en la experiencia autootorgadora de Micael, sin
exceptuar siquiera su estadía dramática y trágica en Urantia. Pero
entre las muchas restricciones que se me han impuesto al aceptar
esta comisión está la que me prohíbe revelar los detalles de esta
maravillosa carrera de Micael como mortal morontial de Endantun.
Página 1316
Cuando Micael
volvió de este autootorgamiento morontial fue aparente para nosotros
que nuestro Creador se había vuelto una criatura como nosotros, que
el Soberano del Universo era también el amigo y ayudante compasivo
aun de las formas más bajas de inteligencia creadas en sus reinos.
Habíamos observado esta adquisición progresiva del punto de vista de
la criatura en la administración universal antes de llegar a este
punto, porque ésta había ido apareciendo gradualmente, pero se hizo
más aparente después de que se completó el autootorgamiento mortal
morontial, y aun más después de su retorno de la carrera del hijo de
un carpintero en Urantia.
Gabriel nos
había informado por adelantado cuándo se liberaría Micael de su
autootorgamiento morontial, y por lo tanto organizamos una recepción
adecuada en Salvington. Millones y millones de seres se reunieron
desde los mundos sede central de las constelaciones en Nebadon, y
una mayoría de los residentes en los mundos adyacentes a Salvington
se reunieron para darle la bienvenida de vuelta al gobierno de su
universo. En respuesta a nuestros muchos discursos de bienvenida y
expresiones de apreciación de un Soberano tan vitalmente interesado
en sus criaturas, tan sólo respondió: «He estado simplemente ocupado
en los asuntos de mi Padre. Tan sólo cumplo las disposiciones de los
Hijos del Paraíso que aman a sus criaturas y anhelan
comprenderlas».
Pero desde ese
día hasta la hora en que Micael se embarcó en su aventura en Urantia
como Hijo del Hombre, todo Nebadon continuó hablando de las muchas
obras de su Gobernante Soberano cuando éste actuaba en Endantun,
autootorgado en un mortal morontial en ascensión evolucionaria,
habiendo sido probado en todos los campos como lo son sus semejantes
de todos los mundos materiales reunidos en la entera constelación de
su residencia.
7. EL SÉPTIMO Y ÚLTIMO
AUTOOTORGAMIENTO
Por decenas de
miles de años todos anticipamos el séptimo y final autootorgamiento
de Micael. Gabriel nos había enseñado que se haría este
autootorgamiento terminal a semejanza de la carne mortal, pero
éramos totalmente ignorantes en cuanto al tiempo, lugar y manera de
esta aventura culminante.
El anuncio
público de que Micael había seleccionado a Urantia como teatro de su
autootorgamiento final fue hecho poco después de que oímos acerca de
la contumacia de Adán y Eva. Y por eso, durante más de treinta y
cinco mil años vuestro mundo ocupó un lugar muy conspicuo en los
consejos del universo entero. No había secretos (aparte del misterio
de la encarnación) en relación con lo que tuvo que ver con el
autootorgamiento en Urantia. Desde el principio hasta el fin, hasta
el retorno final y triunfante de Micael a Salvington como Soberano
supremo del Universo, hubo la más plena publicidad universal de todo
lo que ocurría en vuestro pequeño pero altamente honrado
mundo.
Aunque
creíamos que éste sería el método, nunca supimos, hasta el momento
mismo del suceso, que Micael aparecería en la tierra como infante
desamparado del reino. Hasta ese momento siempre había aparecido
como un individuo plenamente desarrollado del grupo de
personalidades seleccionado para el autootorgamiento y fue un
anuncio emocionante el que se emitió desde Salvington informando de
que el infante de Belén había nacido en Urantia.
Entonces nos
dimos cuenta no sólo de que nuestro Creador y amigo estaba dando el
más precario paso de toda su carrera, aparentemente arriesgando su
posición y autoridad en este autootorgamiento como bebé desamparado,
sino que
Página 1317
también com prendimos que su experiencia en
este autootorgamiento final y mortal lo colocaría eternamente en el
trono como soberano indisputado y supremo del universo de Nebadon.
Durante un tercio de siglo de tiempo terrestre todos los ojos de
todas las partes de este universo local estuvieron dirigidos a
Urantia. Todas las inteligencias se dieron cuenta de que estaba en
progreso el último autootorgameinto, y como por mucho tiempo
habíamos sabido de la rebelión de Lucifer en Satania y de la
deslealtad de Caligastia en Urantia, bien comprendimos la intensidad
de la lucha que se produciría cuando nuestro gobernante
condescendiera a encarnarse a Urantia en la humilde forma y
semejanza de la carne mortal.
Josué ben
José, el niño judío, fue engendrado y nació en el mundo tal como
cualquier otro bebé antes y desde entonces,
excepto que este
bebé en particular fue la encarnación de Micael de Nebadon, un Hijo
divino Paradisiaco y el Creador de este entero universo local de
cosas y seres. Y este misterio del autootorgamiento de la Deidad
dentro de la forma humana de Jesús, por otra parte de origen natural
en el mundo, permanecerá por siempre sin solución. Aun en la
eternidad jamás conoceréis la técnica y método del autootorgamiento
del Creador en la forma y semejanza de sus criaturas. Ése es el
secreto de Sonarington, y estos misterios son posesión exclusiva de
aquellos Hijos divinos que han pasado por la experiencia del
autootorgamiento.
Ciertos
hombres sabios de la tierra sabían de la próxima llegada de Micael.
A través de los contactos de un mundo a otro, estos hombres sabios
de discernimiento espiritual supieron del autootorgamiento próximo
de Micael en Urantia. Y los serafines, a través de los seres
intermedios, hicieron el anuncio a un grupo de sacerdotes caldeos
cuyo dirigente era Ardnón. Estos hombres de Dios visitaron al recién
nacido. El único acontecimiento sobrenatural relacionado con el
nacimiento de Jesús fue este anuncio a Ardnón y a sus asociados por
parte de los serafines que anteriormente habían sido asignados a
Adán y Eva en el primer jardín.
Los padres
humanos de Jesús eran personas comunes y corrientes de su día y
generación, y este Hijo encarnado de Dios nació así de una mujer y
fue criado de la manera común de los niños de esa raza y edad.
La historia de
la estadía de Micael en Urantia, el relato del autootorgamiento
mortal del Hijo Creador en vuestro mundo es un asunto que va más
allá del alcance y propósito de esta narrativa.
8. EL ESTADO POSTAUTOOTORGADOR DE
MICAEL
Después del
autootorgamiento final y triunfante de Micael en Urantia, no sólo
fue aceptado por los Ancianos de los Días como gobernante soberano
de Nebadon, sino que también el Padre Universal lo reconoció como
director establecido del universo local de su propia creación. En el
momento de su retorno a Salvington, este Micael, el Hijo del Hombre
y el Hijo de Dios, fue proclamado el gobernante establecido de
Nebadon. Desde Uversa se emitió la octava proclamación de la
soberanía de Micael, mientras que desde el Paraíso llegó el
pronunciamiento conjunto del Padre Universal y del Hijo Eterno
constituyendo esta unión de Dios y hombre como único jefe del
universo y ordenando al Unión de los Días asignado a Salvington que
notificara su intención de retirarse al Paraíso. Los Fieles de los
Días en las sedes centrales de las constelaciones también recibieron
la orden de retirarse de los consejos de los Altísimos. Pero Micael
no quiso consentir al retiro de los Hijos Trinitarios de sus
funciones de asesoría y cooperación. Los reunió en Salvington y les
solicitó personalmente que permaneciesen para siempre en servicio en
Nebadon. Indicaron su deseo de cumplir con su solicitud a sus
directores en el
Página 1318
Paraíso, y poco después se emitieron
aquellos mandatos de divorcio del Paraíso que por siempre asignaron
a estos Hijos del universo central a la corte de Micael de
Nebadon.
Llevó casi mil
millones de años de tiempo de Urantia, completar la carrera de
autootorgamientos de Micael y efectuar el establecimiento final de
su autoridad suprema en el universo de su propia creación. Micael
nació creador, fue instruido como administrador, capacitado como
ejecutivo, pero se le exigió que ganara su soberanía por la
experiencia. Así pues vuestro pequeño mundo ha llegado a ser
conocido en todo Nebadon como la arena en la cual Micael completó la
experiencia exigida de todo Hijo Creador Paradisiaco antes de que
éste reciba el control ilimitado y la dirección del universo de su
propia creación. A medida que vosotros ascendéis en el universo
local, aprenderéis más sobre los ideales de las personalidades
relativos a los autootorgamientos previos de Micael.
Al completar
sus autootorgamientos en criaturas, Micael no estaba tan sólo
estableciendo su propia soberanía sino que también estaba aumentando
la soberanía evolutiva de Dios el Supremo. En el curso de estos
autootorgamientos el Hijo Creador no sólo se preocupó de la
exploración descendente de las varias naturalezas de la personalidad
de la criatura, sino que también logró la revelación de las
voluntades variamente diversificadas de las Deidades del Paraíso,
cuya unidad sintética, tal como fue revelada por los Creadores
Supremos, es revelatoria de la voluntad del Ser Supremo.
Estos varios
aspectos de la voluntad de las Deidades está personalizada
eternamente en las naturalezas diferentes de los Siete Espíritus
Rectores, y cada uno de los autootorgamientos de Micael fue
específicamente revelador de una de estas manifestaciones de la
divinidad. En su autootorgamiento Melquisedek manifestó la voluntad
unida del Padre, el Hijo y el Espíritu; en su autootorgamiento
Lanonandek, la voluntad del Padre y del Hijo; en el autootorgamiento
adánico reveló la voluntad del Padre y del Espíritu; en el
autootorgamiento seráfico, la voluntad del Hijo y del Espíritu; en
el autootorgamiento mortal en Uversa, ilustró la voluntad del Actor
Conjunto; en el autootorgamiento mortal morontial, la voluntad del
Hijo Eterno; y en el autootorgamiento material en Urantia vivió la
voluntad del Padre Universal aun como mortal de carne y hueso.
El hecho de
que se completaron estos siete autootorgamientos liberó la soberanía
suprema de Micael y también dio como resultado la creación de la
posibilidad de la soberanía del Supremo en Nebadon. En ninguno de
sus autootorgamientos Micael reveló a Dios el Supremo, pero la suma
total de los siete autootorgamientos es una nueva revelación en
Nebadon del Ser Supremo.
En la
experiencia de descender de Dios al hombre, Micael estaba
experimentando correlativamente el ascenso de la parcialidad de
manifestabilidad a la supremacía de la acción finita y a la
finalidad de la liberación de su potencial para la función absonita.
Micael, un Hijo Creador, es un creador espaciotemporal, pero Micael,
un Hijo Mayor séptuple, es un miembro de uno de los cuerpos divinos
que constituyen la Trinidad Última.
Al pasar a
través de la experiencia de revelar las voluntades Trinitarias de
los Siete Espíritus Rectores, el Hijo Creador ha pasado a través de
la experiencia de revelar la voluntad del Supremo. Al funcionar como
revelador de la voluntad de la Supremacía, Micael, juntamente con
todos los demás Hijos Mayores, se ha identificado eternamente con el
Supremo. En esta edad universal él revela al Supremo y participa en
la actualización de la soberanía de la Supremacía. Pero en la
próxima edad universal creemos que estará colaborando con el Ser
Supremo en la primera Trinidad experiencial para los universos del
espacio exterior y en los mismos.
Página 1319
Urantia es el
templo sentimental de todo Nebadon, el principal de diez millones de
mundos habitados, el hogar mortal de Cristo Micael, soberano de todo
Nebadon, un ministro Melquisedek para los reinos, un salvador de
sistema, un liberador adánico, un semejante seráfico, un asociado de
los espíritus ascendentes, un progresor morontial, un Hijo del
Hombre a semejanza de la carne mortal y el Príncipe Planetario de
Urantia. Y vuestros registros expresan la verdad cuando dicen que
este mismo Jesús ha prometido alguna vez retornar al mundo de su
autootorgamiento terminal, el Mundo de la Cruz.
[Este
documento, que ilustra los siete autootorgamientos de Cristo Micael,
es el sexagésimo tercero de una serie de presentaciones,
patrocinadas por numerosas personalidades, que narran la historia de
Urantia hasta el tiempo de la aparición de Micael en la tierra a
semejanza de la carne mortal. Una comisión de doce seres de Nebadon
autorizaron estos documentos actuando bajo la dirección de Mantutia
Melquisedek. Redactamos estos relatos y los pusimos en idioma inglés
mediante una técnica autorizada por nuestros superiores, en el año
1935 d. de J.C. del tiempo de Urantia.]