El presente artículo ha sido extraído del blog OEAHOO, sabiduría universal.
Es un blog que recomiendo visitar y en el que se publican entradas
relacionadas con la Escuela Arcana de Alice A. Bailey y el Maestro
Tibetano principalmente.
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“Si la inofensividad es la nota clave en sus vidas, podrán
producir más condiciones armónicas en la personalidad, que cualquier disciplina
en otras lineas. La depuración drástica obtenida al alcanzar la inofensividad
ayudará mucho a eliminar estados erróneos de conciencia.
La inofensividad es la fuerza más poderosa que existe en la
actualidad. No me refiero a la no resistencia, sino a esa actitud metal
positiva del que no piensa mal. El que no tiene malos pensamientos ni hace mal
a nadie es un ciudadano del mundo de Dios.
La inofensividad prepara el camino para que fluya la vida;
elimina las obstrucciones que impiden la libre afluencia del amor y es la llave
que libera la naturaleza inferior de las garras de la ilusión mundial y el
poder de la existencia fenoménica.
La inofensividad produce, en la vida, cautela en el
juicio,reticencia al hablar, habilidad para abstenerse de toda acción impulsiva
y demuestra un espíritu exento de crítica. De esta manera, las fuerzas del
verdadero amor y también esas energías espirituales que parecen vitalizar la
personalidad pasarán libremente y, en consecuencia, conducirán a la acción
correcta.
Estudien su conducta diaria, sus palabras y sus
pensamientos, hasta lograr se completamente inofensivos. Oblíguense a pensar
sobre esas ideas, respecto a ustedes y a los demás, para que sean constructivas
y positivas y, por tanto, de efectos inofensivos. Examinen el efecto emocional
que ustedes producen sobre otros, de manera que ningún estado de ánimo, de
depresión o de reacción emocional pueda dañar al semejante. Recuerden, en
conexión con esto, que la aspiración espiritual violenta y el entusiasmo mal aplicado
o mal orientado pueden fácilmente herir a un semejante; por lo tanto, cuiden
sus tendencias erróneas y no sólo sus virtudes.
La inofensividad a que me refiero, concierne a ustedes, no
es la actividad negativa, dulce o bondadosa, como muchos creen. Es un estado
mental que, de ninguna manera, niega la acción firme y drástica. Concierne al
móvil e involucra la determinación de que el móvil detrás de toda actividad
debe ser la buena voluntad. Este móvil puede conducir a hechos y a palabras
positivas, a veces desagradables, pero como la inofensividad y la buena
voluntad condicionan el acercamiento mental, no puede surgir otra cosa que el
bien.
Quien trate de practicar la inofensividad positiva, que se
manifiesta en el correcto pensar (por estar basado en el amor inteligente), en
el correcto hablar (por estar regido por el autocontrol), en la correcta acción
(por estar fundada en la comprensión de la ley), descubrirá que tal tentativa
exigirá todos los recursos de su ser y tomará mucho tiempo realizarlo. No es la
inofensividad que proviene de la debilidad y de una disposición sentimental
afectiva, que rehuye las molestias, porque trastorna la armonía establecida de
la vida. No es la inofensividad del hombre o mujer negativos, impotentes y poco
evolucionados., que no tienen el poder de perjudicar, por estar mal equipados
para hacer daño.
Al contrario, la inofensividad brota de la verdadera
comprensión y control de la personalidad por el alma, la que lleva
inevitablemente a la expresión espiritual de la vida diaria. Emana de la
capacidad de penetrar en la conciencia y en la comprensión de nuestro prójimo
y, cuando se ha logrado, todos se perdona y se pierde de vista en el anhelo de
ayudar y auxiliar.
Por lo tanto, habrán visto por qué he señalado tan
enfáticamente la necesidad de la inofensividad, pues es el método científico
por excelencia, hablando esotéricamente, de limpiar la casa y purificar los
centros y permitir la entrada de energías superiores.”
Si, pero no diría que es un 'método' sino un estar. Me recordó mis estados en mi niñez y juventud. Es un estado muy valioso pero peligroso si uno no esta despierto y bien consciente e informado del conjunto de la vida...
ResponderEliminarPeligroso porque este mundo esta aún lleno de odio, rencor, celos y maledicencia.
En mi juventud viví grandes aventuras al filo del acantilado, si, pero sobre todo sufrí de la falta de amor en el ambiente. Los celos y la envidia de los demás era el pan de cada día y eso que no tenia nada de nada, y la maledicencia era normal y común. Me costó trabajo comprender el mundo...
Por suerte o mala suerte entendí el mundo, pero nunca me gustó del todo lo que veía y sigo viendo. Por esa razón decidí seguir escuchando mis intuiciones y siempre hacer lo que siento. Por eso hoy estoy aquí, en mis libros y rodeado de algunas personas amables que por suerte hay.
Gracias por tu reconfortante publicación querido Dani :)
Un fuerte abrazen.
Marcos.
Frecuentemente pienso que tendríamos que volver a ser como niños. Con la misma franqueza, sensibilidad y pureza de la mayoría de las criaturitas.
EliminarA medida que nos hacemos adultos vamos olvidando (unos mas que otros) nuestra esencia y cedemos a las reglas de los "adultos" convirtiéndonos en tales. Olvidamos nuestros orígenes y lo mejor de nosotros mismos en favor de lo que lo que la sociedad y mundo actual establece como lo correcto. Es difícil de expresar pero fácil de captar.
Un abrazo Marcos
La falta de pureza y los temores inherentes a la materia es lo que nos hace estar siempre a la defensiva.
ResponderEliminarSi el motivo de cualquier acción en los tres mundos está basado en el deseo de la personalidad, y más aún, cuando interviene la mente, entonces la impureza caracterizará la acción que llevemos a cabo.
Podemos ser inofensivos hasta cierto punto, porqué no podemos olvidar que se nos imponen unas limitaciones por las influencias que recibimos de los grupos que nos rodean; familiar, social o mundial. La pureza absoluta únicamente será posible cuando nos liberamos de su total control.
Mientras exista una limitación física, emocional o mental, existiran impurezas y no seremos totalmente inofensivos.
Establecer hábitos correctos es nuestro ferviente deseo y para ello, como tan a menudo se nos repite, tendremos que olvidarnos de nosostros mismos!
Esta es una entrada excelente Dani,
para detenernos a reflexionar sobre nuestra conducta, rectificar y dar cabida a la comprensión y al amor que nos harán inofensivos.
Gracias Dani.
Un fuerte abrazo
Marta
Destacaría esta párrafo del texto: "Al contrario, la inofensividad brota de la verdadera comprensión y control de la personalidad por el alma, la que lleva inevitablemente a la expresión espiritual de la vida diaria. Emana de la capacidad de penetrar en la conciencia y en la comprensión de nuestro prójimo y, cuando se ha logrado, todos se perdona y se pierde de vista en el anhelo de ayudar y auxiliar."
EliminarSi realmente pudiésemos entender plenamente a la otra persona y ponernos en su lugar, sabiendo el porqué de su actuación, "todo se perdona y se pierde de vista".
Gracias Marta por tu presencia y comentario.
Un fuerte abrazo
lo principal es no perderse en una arruga ... y no ser tan serio!
ResponderEliminarUn abrazen amig@s!
Comparto lo que comenta Marcos.
ResponderEliminarAhora si queremos cambiar el mundo y la fórmula es cambiar primero nosotros; no hay vuelta atrás.
Abrazo
Gracias por este excelente aporte que desconocía en su concepto.
Gracias TV por tu presencia y comentario. Es el desconocimiento de las cosas lo que a veces nos hace actuar de forma incorrecta.
EliminarCuando lleguemos a comprender plenamente el porque el otro actúa de determinada manera, entonces probablemente nos costará mucho menos ser inofensivos.
Un abrazo
Este concepto me parece muy acertado ya que si nos es difícil comprendernos a nosotros mismos en muchas ocasiones, incluso conociéndonos como nos conocemos y viendo la situación desde nuestra total perspectiva y claridad. Pensemos entonces de lo erróneo que son nuestros juicios hacia los demás cuando solamente podemos ver una versión distorsionada de la realidad que el otro percibe, de sus motivos o de sus miedos y virtudes, si pudiéramos ser completamente o casi completamente inofensivos con los "otros" igual así también lograríamos serlo con nosotros mismos.
ResponderEliminarAbrazen a tod@s
Gracias Susana por tu presencia y comentario.
EliminarLa verdad es que analizando en profundidad y desde una perspectiva lógica, llego a la conclusión de que los seres humanos somos bien raros, ya que sabiendo el que de muchas cosas no actuamos en consecuencia.
Me alegra verte por aquí y espero que todo vaya bien.
Un abrazo