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De: carlos zerecero <gorky004@yahoo.com>
Título: Re: de Matilde Ariceaga
Fecha: Thu, 15 May 2008 22:51:13 -0700 (PDT)
Para: Ignacio Darnaude <ummo@hispavista.com>
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Amable Ignacio:
 
Ha sido una grata sopresa el recibir su correo tan prontamente, es algo que honestamente no esperaba en corto plazo y es sobre todo una atención de su parte que me ha dejado impresionado y como es justo proceder de igual manera, motivado por esto me apresuro a contestar y de paso aclarar una confusión que a todas luces ocasioné en mi anterior mensaje: Doña Matilde no ha muerto. Al hacer referencia de la llamada de don Manuel Fernández no me refería a él, sino a doña Matilde quien sufre demencia senil y un problema físico que a fuerza de los años la ha puesto en una silla de ruedas, pero hasta estos días sigue en esta vida. Mi abuelo se contacta con ella vía telefónica con regularidad pero en las últimas ocasiones ha sido su marido quien toma la llamada. Hasta donde yo sé y me consta la distribución de sus escritos (todos obtenidos a través del trance como médium) constan de compendios y extractos que doña Matilde y su marido envían por correo a los más allegados, o a quien ellos consideran pertinente enviarlos pues también me he enterado que a lo largo de estas décadas de trabajo no faltaron los oportunistas que usaron los escritos con fines de beneficio personal me refiero a fingidos curanderos, espiritistas y simuladores. Yo no tengo autoridad para juzgar a nadie pero supongo que si el grupo se redujo a unos cuantos una buena razón tuvieron para hacerlo más pequeño. Y vaya que era numeroso pues hacia los años setenta la gente que acudía a la montaña con doña Matilde se encargaba también de difundir su bibliografía en sus lugares de orígen, yo solo conocí a algunos de ellos y habitaban en el centro del país. Mi abuelo por su parte se hizo de buenas amistades en Centro América (Guatemala y El Salvador) con esta disciplina como primer contacto. Hago referencia a la palabra disciplina porque no la puedo llamar religión, nunca se consideró así, y haciendo memoria la palabra más usada era la de "La obra espiritual" y todos se decían hermanos, de allí parte el conocer a la señora Ariceaga como "la hermana Matilde". ¿De dónde surgió la relación de mis abuelos con la hermana Matilde? no lo sé con certeza, pero sé que debió comenzar en los años sesentas (algunas grabaciones están fechadas en los últimos años de esa década). Desde que este amigo tenía uso de razón, recuerdo las reuniones en casa de mis abuelos: los familiares y amigos escuchaban las historias extraterrestres a veces con emotiva adhesión otros en franco (muy Franco) escepticismo.Había montones de recortes y artículos publicados sobre el tema; había testimonios de  de avistamientos, de las cátedras grabadas en voz de Doña Matilde; de un mundo que se acercaba a este, un planeta llamado ercólubus (dudo si lo escribí correctamente) este era un planeta con magnetismo superior a la tierra que estaba a punto de llegar a un momento de "limpia" de cambio, donde las almas que no hubiesen querido evolucionar de acuerdo a las leyes de la reencarnación serían atraídas a él. Es curioso porque según las cátedras así llegó una pléyade de almas que venían del mundo de capella encabezadas por Isashar, con un destino distinto pero que fueron atraídas al planeta tierra dado su magnetismo. De naves espaciales y extraterrestres siempre he escuchado hablar, me decían que no había por qué temer, que eran seres muy desarrollados que no estaban aquí para conquistar ni acabar con la raza humana como lo aseguraba Hollywood. Que se comunicaban por conducto de médiums y todo eso. Ahora al paso de muchos años luego de haber leído la última lección lo veo de manera más desapasionada y entiendo que hay que saber leer entre líneas pues un médium como humano tiende a ser falible. Sin embargo aún en estas noches cuando recién cumplí los treinta y tres años aún miro al firmamento con la esperenza de tener un avistamiento y no pierdo oportunidad para correr a la habitación de mi abuelo y emocionarlo cada vez que aparece una extraña luz en el cielo...Aunque invariablemente resulta ser un avión.
 
En tu correo me preguntas también de cuál es mi experiencia con estos fenómenos, y pues he de contarte  que pese tantos años de buscar con la mirada entre las estrellas, no he visto nada, a excepción de una mañana, justo al alba  y en un autobús plagado de pasajeros, en lo alto de una serranía hacia el este, detrás de la ventanilla ví un conjunto de luces encenderse y bailotear, a veces demasiado bajas para ser torres y otras demasiado altas para ser casas, duró el espectáculo más de diez minutos hasta que la ruta del autobús nos alejó del lugar, todos los pasajeros lo vimos, pero nadie atinó a dar una respuesta concreta, luego, nada se comentó al respecto. Esta sería tal vez la única ocasión en la que podría decir que presencié un fenómeno UFO, pero ya lo ves: aún sigo dando una ojeada al cielo sin perder la esperanza.
 
Bueno, que ya me he extendido más de lo debido en esta carta, seguramente tienes un día ocupado y solo me resta despedirme y agradecerte por tu atención y los comentarios que haces de mí en tu correo, pero sobre todo agradecerte por tu contestación y tiempo que has dedicado a estas líneas (bueno si has llegado hasta este punto de la carta sabrás a lo qué me refiero).
 
Por el momento me despido, deseándote un inmejorable fin de semana amigo Ignacio.
 
Hasta Pronto.
 
Juan carlos Zerecero.

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