Sería fácil escribir más cosas al respecto de este extraño actuar de este militar que luego desaparecería, pero hemos querido consultar a la fecha que escribimos estas líneas a dos importantes investigadores de Andalucía, como son Ignacio Darnaude, y el mismo Julio Marvizón, quienes gentilmente, nos confirmaron que este caso sigue sin explicación. Incluso abusando de su buena voluntad vamos a editar textual sus respuestas:

Querido amigo Raúl:

Conocí en persona a Antonio González Boado, oficial piloto del Ejército del Aire español y casado con una chica aristócrata de Sevilla. Era bastante reservado y conmigo nunca habló de sus experiencias con ovnis como piloto, que las tuvo: En una ocasión un no identificado se colocó encima de su avión y le cortó los motores por unos minutos. Poco antes de su desaparición en 1969, en aguas del Mediterráneo, Antonio fue a visitar al ufólogo Manuel Osuna Llorente, el mejor investigador en la zona de Sevilla, para comunicarle que estaba preocupado porque presentía que "le iba a ocurrir algo" y quería confiarle a Osuna por decirlo así su "testamento profesional". Manolo no estaba en casa y no pudo recibir la confidencia de Antonio. No mucho tiempo después, el aparato de Boado se dio por desaparecido en aguas mediterráneas de Almería, sin que aparecieran los restos normales del naufragio. Tanto es así, que la viuda, Blanca Halcón, tardó varios años en cobrar su pensión porque no había constancia oficial de la muerte de su marido. Se dice que poco antes del accidente Boado retransmitió por radio a su base aérea de Jerez de la Frontera: "Estamos viendo un gran sol.....". Y se cortó la comunicación.

Existe poca documentación sobre el caso: la esquela mortuoria de Antonio y la noticia del accidente en el periódico ABC de Sevilla, y poco más.

Eso es todo, querido Raúl. Quedo a tu disposición para cualquier aclaración que desees.

Ignacio Darnaude Rojas - Marcos
(20 Julio/2006)

Siguiendo las respuestas a nuestras consultas, ahora le corresponde al ex Oficial del Aire, metereólogo profesional e investigador sevillano, Julio Marvizón Preney. Su respuesta textual es:

Estimado Raúl:

Paso a contarle lo que sé de Antonio González Boado. Desapareció en su primer día de vacaciones, porque fue llamado ya que un compañero -no sé las causas- no podía volar y, aunque estaba en su primer día de vacaciones se le pidió el favor y él aceptó. Lo último que dijo es que "estoy siguiendo a un sol".

Unos días antes había estado en casa de Manuel Osuna, magnífico investigador OVNI -me enorgullezco de haber de haber trabajado con él- y al no encontrarlo en su casa le dijo a Antonia, mujer de Manuel Osuna, "dile a Manolo que deje esto pues es peligroso".

Su trabajo para el ascenso de oficial a jefe, en el Ejército del Aire, fue sobre los Ovnis. Sigue estando clasificado y no se puede acceder a él.

Su hijo a apareció un día en mi casa y me dijo: "Aquí tienes todos los documentos de mi padre sobre el asunto Ovni. Creo que tú eres el que debe conservarlos, pero cuando mi padre vuelva, se los devuelves a él". Se me erizaron todos los vellos del cuerpo al oír esto. Todavía conservo los documentos que me entregó.

Una vidente nos habló de que lo veía en un país caribeño. Un amigo estuvo en Cuba buscándolo, pero no encontró ningún rastro.

Su esposa, estuvo unos diez años sin ser viuda, al no encontrarse el cuerpo ni rastro del avión.

En la revista de Aeronáutica y Astronáutica del Ejército del Aire publicó varios artículos sobre los Ovnis.

Creo que esto es todo lo que te puedo contar.

Un abrazo, Julio
(09 Agosto/2006)