Biografía y selección poética

BIOGRAFÍA

Norah Lange (1905-1972), escritora argentina de ascendencia noruega, nació en Buenos Aires. Publicó poemas y relatos en revistas porteñas de vanguardia como Martín Fierro, Proa y Prisma. Por su atractivo físico y su carácter afable fue celebrada como la “musa del Ultraísmo”. Sus obras: La calle de la tarde, Los días y las noches, El rumbo de la rosa, 45 días y 30 marineros, Cuademos de infancia y Los dos retratos, entre otros. Fue esposa del poeta martinfierrista Oliverio Girondo, amor idílico juvenil de Jorge Luis Borges y de Leopoldo Marechal; este último la ficcionalizó en su novela Adán Buenosayres con el nombre Solveig Amundsen.


(De Los días y las noches, 1926)

Vacía la casa donde tantas veces  
las palabras incendiaron los rincones.
   
La noche se anticipa  
en el plano mudo  
que nadie toca.  
   
 Voy a solas desde un recuerdo a otro  
abriendo las ventanas  
para que tu nombre pueble  
la mísera quietud de esta tarde a solas.  
   
Ya nadie inmoviliza las horas largas y cerradas 
tanto pudor de niña.  
   
Y tu recuerdo es otra casa   
   
Y mis latidos forman una hilera de pisadas  
grande y quieta  
por donde yo tropiezo sola.
que van desde su puerta hacia el olvido.

II

Ventana abierta sobre la tarde
con generosidad de mano
que no sabe su limosna.

Ventana, que has ocultado en vano
tanto pudor de niña.

Ventana que se da como un cariño
a las veredas desnudas de niños.

Luego, ventana abierta al alba
con rocío de júbilo riendo en sus cristales.

¡Cuántas veces en el sosiego
de su abrazo amplio
dijo mi pena
su verso cansado!


Jornada
(De La calle de la tarde,1925)

Aurora
              Lámpara enredada
              en un camino de horizontes.
Después, al mediodía,
               en el aljibe se suicida el sol.
La tarde hecha jirones
               mendiga estrellas.
Las lejanías reciben al sol
               sobre sus brazos incendiados.
La noche se persigna ante un poniente.
Amanece la angustia de una espera
                y aún no es la hora.


Poniente doble
(De La calle de la tarde, 1925)

Oscurece. El silencio
De las cosas ya cansadas
Pone apuro en las tinieblas.

Aguardo –entre las sombras–
Corona de palabras tuyas
Para ceñir la espera.

¡Sueños de otros lugares!
Afuera oscurece. Adentro, en el corazón que es grande
Como el tiempo,
Otro poniente nace.

¡Poniente del corazón!
Cumplida ya la luz
Como mi espera.
Somos un mismo poniente,
Adentro, y afuera…


Amanecer
(De La calle de la tarde, 1925)

En el corazón de cada árbol
se ha estremecido la medianoche.

La noche se desmenuza
en lenta procesión de niebla.

Todas las tardes terminan su cansancio.

Los letreros luminosos duermen
el asombro de sus colores
y anticipan la contemplación de cada pobre.

En toda esquina vigila el sueño
y es tu recuerdo la única pena
que humilla la altivez1 de las aceras.

Lejos, el primer mendigo,
traiciona el portal donde ha dormido.

Y la ciudad se abre como una carta
para decirnos la sorpresa de sus calles.

1 Orgullo, soberbia.


Anochecer
(De La calle de la tarde, 1925)

Los brazos del sauce llorón
son serpentinas malgastadas.
El viento simula arpegios2
jirones de música entrecortada.
El véspero3 anuncia la noche
mientras en otro horizonte
        el sol delira…

Cada árbol es un país de emociones.
Tú y yo, multiplicándonos de amor. Sumergiéndonos
en nuestros ojos, amplios de azul.

Como un niño llegué a tu corazón.
Tú, generoso, te partiste para darme un pedazo de dicha.

2 En música, un arpegio es una sucesión acelerada de los sonidos de un acorde.
3 Véspero es el planeta Venus como lucero de la tarde, que anticipa el anochecer.

 

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  Juana de Ibarbourou